Ya son más de 20.000 los beneficiarios de los alimentos producidos. Se sumaron nuevos proyectos y técnicas de producción.
El proyecto de Coca-Cola FEMSA junto con Huella Verde y Fundación Margarita Barrientos, que funciona desde el mes de enero en el barrio Los Piletones y abastece de verduras a más de 2.500 personas que asisten a diario al comedor de Villa Soldati, experimenta un crecimiento sostenido tanto en su producción como en el desarrollo de nuevas técnicas de cultivo que permitieron involucrar a más vecinos del barrio.
Dentro de la huerta se producen cinco variedades de plantas de lechuga, tomates y aromáticas como romero, tomillo, cedrón, orégano, curry y albahaca. El espacio, construido con la más alta tecnología del mercado, cuenta con un sistema hidropónico NFT (Nutrient Film Tchnique), laterales con cierre automatizado programable por temperatura o luminosidad y termotanque solar, una alternativa que permite ahorrar un 70 por ciento de gas y electricidad.
Gracias a ésta tecnología, en lo que va del año, más de 20.000 personas se vieron beneficiadas con 1.405 kilos de lechuga cosechados, 618 kilos de tomates y con la producción de aromáticas, que ya alcanzó las 1.400 unidades, y se estima que el número incrementará a 2.000 para fines de agosto.
La huerta cuenta con la cooperación de las mujeres que se encuentran internadas en el Centro Contra la Violencia de Género “El Refugio” lindero al lugar. Colaboran en el armado de macetas, trasplantes, y riego de plantas que tienen como destino la venta local y en stands en supermercados. En la carpintería de la institución se producen las macetas que se destinan a comercializar, generando los ingresos para los empleados e insumos para el invernadero.
“Estoy muy contento de formar parte de este proyecto y que nos den la posibilidad de trabajar en la huerta. Aprendemos mucho sobre cultivos y además nos ayudamos entre todos. La gente que va al comedor, como las mujeres que viven en el Centro de violencia de género y los consumidores finales; todos colaborando para que este proyecto dé sus frutos y los vecinos del barrio puedan progresar.”, concluye Ariel, quien forma parte del equipo de trabajadores de la huerta.
La hidroponía o “cultivo sin suelo” es un sistema utilizado para cultivar plantas fuera de su ambiente natural, el suelo. Mediante estas técnicas se abastece a las plantas de agua y nutrientes a través de disoluciones minerales, brindándole las condiciones necesarias para su óptimo desarrollo y producción. Entre sus principales beneficios se destaca la optimización del espacio, un uso más eficiente del agua y los nutrientes haciendo a este sistema más amigable con el medio ambiente.