El Instituto Argentino del Petróleo y del Gas (IAPG) presentó el séptimo Informe de gestión de la industria, correspondiente al año 2016, en el que analizaron temas vinculados al medio ambiente, la salud, la seguridad e higiene y las acciones en la comunidad.
La elaboración del Informe sobre la Responsabilidad Social de la Industria del petróleo y del gas estuvo a cargo de la investigadora Beatriz Balian (UCA), y se realizó con la participación directa de las empresas a través de encuestas con preguntas abiertas y cerradas. Los datos obtenidos fueron comparados con los estudios presentados en 2001, 2004, 2007, 2009, 2011 y 2013. De esta manera, presenta resultados como sector, teniendo en cuenta los diferentes tamaños de las instituciones, lo que permite contar con elementos descriptivos, comparativos y evolutivos. Actualmente, el IAPG cuenta con 152 empresas asociadas, de las cuales 33 participaron de este estudio.
En el análisis proyectado en 2016 se propuso relevar las características básicas de las empresas y de los distintos aspectos que se incluyen en la elaboración de memorias. Los mismos fueron consensuados con referentes del sector y se refieren a la certificación empresaria, seguridad e higiene, cuidado medioambiental, relación con la cadena de valor y actividades comunitarias. Además de aquellas vinculadas con su personal, como el clima socio-laboral, formación, beneficios y voluntariado.
Gracias a que es un reporte que se mantiene en el tiempo desde hace ya 15 años, permite plantear una trazabilidad a las características de las empresas que forman parte de la industria. Las principales características de las empresas del sector son que se radican en razón de la disponibilidad del recurso natural, las inversiones son orientadas por el largo plazo, adquieren permanentemente nuevas tecnologías y tienen presencia de sus productos en toda la sociedad.
Basándose en los conceptos de Responsabilidad Social Empresaria y Sustentabilidad establecidos por el Pacto Global, según el cual las empresas son corresponsales de sus impactos en la sociedad, se tomaron los tres ejes de Legitimidad, transparencia y accountability como guías del informe. “La legitimidad tiene que ver con el reconocimiento institucional, la transparencia con los procedimientos, y la última no es solo el tema de las cuentas claras sino también del control de resultados en todos los ámbitos de acción”, explicó Balian.
“La cuestión del cuidado del ambiente ha sido un tema destacado, porque el sector es sujeto de controversias al respecto y se observa que no solo ha producido modificaciones constantes teniendo en cuenta estándares ambientales, sino que han sido acompañadas con actividades en las comunidades en las que se insertan las empresas”, resume. Sin embargo, en las conclusiones se afirma que la mayoría de las empresas no han sido sujeto de algún reclamo judicial durante 2014 y 2015, y a pesar de ello, el tema del agua, específicamente, no figura en el reporte, al igual que energías renovables.
Relaciones internas y su contexto
Teniendo en cuenta que estas empresas, por su actividad industrial, están más vinculadas con el ambiente, del análisis de la Gestión Ambiental se desprende que la capacitación para el cuidado del medioambiente y el reciclaje de papel son los principales aspectos trabajados en el sector. Las medianas y grandes empresas realizan también mediciones del dióxido de carbono y metano, mientras las más pequeñas miden el ahorro en el consumo eléctrico. En cuanto al tratamiento de residuos petroleros y gaseosos un 58% de las empresas lo llevan a cabo, mientras un 42% lo hace con los residuos eléctricos y electrónico.
Entre las preocupaciones ambientales expresadas por el sector, se destacan el uso racional de elementos naturales; el control y seguridad relativos a emisiones, derrames y residuos; los procesos de control relativos a remediación, reciclaje y reutilización; y la gestión general, como cumplimiento de normativas, gestión de procesos o de riesgos, entre otros.
Por otra parte, la percepción del grado de cumplimiento de parámetros de salud, seguridad e higiene, presenta una tendencia descendente. Sin embargo, en las políticas de las empresas sobre consumo de alcohol y drogas, se advierte una tendencia ascendente que se acelera significantemente, ya que casi todas las organizaciones han incorporado políticas sobre estos temas, entre ellas, medidas de control y concientización. “Este es un punto a resaltar, ya que demuestra que los temas que están en la mente de la gente, como el problema con las drogas o el alcohol, las empresas lo tienen en cuenta y convierten esta agenda pública en la agenda de la sustentabilidad”, remarcó Flavio Fuertes, representante del PNUD.
Durante años los temas principales para enfocar las acciones comunitarias han sido educación y salud. Sin embargo, en el último período se incorporaron el desarrollo local y los emprendimientos productivos, de la mano con la agenda nacional. Principalmente, las acciones se refieren a formación y asistencia, y en menor medida, equipamiento e infraestructura. Se realizan programas de voluntariado, sobre todo en empresas internacionales o globales. En este sentido, la consideración del tamaño de las empresas es un componente clave para comprender qué dimensión ocupa la RSE y qué presupuesto pueden destinar a la inversión social privada, como también a otras acciones relacionadas con el ambiente.
Como conclusión de la presentación del informe, Fuertes resaltó la importancia de que una industria de estas características haga este tipo de relevamientos: “es la única industria que presenta informes, y es muy interesante para que otros sectores importantes para el desarrollo de la economía nacional empiecen a mostrar voluntariamente estos datos”.