Las ventajas teóricas de esta herramienta de gestión ambiental están bastantes claras, sin embargo, existe en la comunidad de los profesionales de las ciencias ambientales, una gran desconfianza respecto de cómo lo teórico va a convertirse en operativo.
*Francisco J. César
Hace más de 10 años se promulgó en Argentina el Seguro Ambiental para aquellas organizaciones cuyas actividades son consideradas riesgosas para el entorno. Según el artículo 22 de la Ley General del Ambiente Nº 25.675: “Toda persona física o jurídica, pública o privada, que realice actividades riesgosas para el ambiente, los ecosistemas y sus elementos constitutivos, deberá contratar un seguro de cobertura con entidad suficiente para garantizar el financiamiento de la recomposición del daño que en su tipo pudiere producir”.
Sin embargo, existen variadas y contundentes críticas alrededor de esta normativadesde disciplinas como el derecho hasta la geología, cada una mostrando las incongruencias y debilidades para gestionar de manera adecuada el medio ambiente.
Si se ejecuta de manera correcta, esta normativacolaboraría de manera considerable principalmente en tres aspectos:
1. Prevenir, remediar, corregir y/o mitigar los impactos o pasivos ambientales que se hayan producido por accidentes o malas gestiones, disminuyendo considerablemente los tiempos de permanencia y la movilidad de los contaminantes en el medio ambiente. Para ello se crearían herramientas como los Fondos Ambientales, que en presencia de un siniestro garantizarán la recomposición del daño generado.
“Han pasado más de 10 años desde el surgimiento de la normativa, y el seguro ambiental se ha ejecutado una sola vez. Sin embargo, hemos presenciado centenares de daños ambientales que muchas veces no son denunciados y, otras veces,la responsabilidad de remediarlo queda en la empresa sin saber si efectivamente ha sido así”.
2. Se sumará un ente más de regulación y presión, como las aseguradoras. Estas, no van a tomar riesgos por las empresas, haciendo que el tomador del seguro cumpla al menos una serie de requisitos básicos para acceder a la póliza. Fue ejemplo paralelo, lo que hicieron y realizan las Aseguradoras de Riegos del Trabajo ajustando con el cumplimiento de la normativa vigente.
3. Las empresas con una buena conducta ambiental, serán beneficiadas con primas más bajas. De esta manera, para disminuir los costos fijos, las políticas serán más rigurosas logrando la inclusión de la variable ambiental dentro de las estructuras y los procedimientos. A modo de ejemplo, la prima a abonar por una empresa no será la misma si ésta cuenta o no, con Sistema de Gestión Medio Ambiental, como lo puede llegar a ser ISO 14001.
Hace apenas unas semanas, se ejecutó por primera vez el Seguro Ambiental, para prevenir una posible contaminación con residuos peligrosos en la Provincia de Entre Ríos. El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, por medio de denuncias, detectó una situación riesgosa, donde una empresa gestora de residuos peligrosos líquidos, depositaba en piletas los residuos para su posterior tratamiento.
Con las intensas lluvias y la creciente de ríos, y al constatar que la empresa en cuestión no contaba con un plan de contingencia, existía el riesgo de que el agua de la creciente llegara al nivel de las piletas y se mezclara con los residuos peligrosos allí depositados. El Estado, beneficiario del Seguro Ambiental, decidió ejecutar el Seguro y la aseguradora tuvo que enviar camiones cisternas para recolectar los residuos peligrosos.
Existen tres posibles instancias de ejecución de la póliza del Seguro Ambiental: la preventiva, la de recomposición y la de indemnización. La que en este caso se ejecutó, es la instancia preventiva,donde se busca evitar que ocurra el siniestro. En la instancia de recomposición se destina un monto de la póliza sobre un daño que ya se generó para su remediación. En la última instancia, se destina el monto total de la póliza para que el beneficiario, el Estado, tome las medidas adecuadas para indemnizar el daño colectivo.
Como el beneficiario es el Estado, la ejecución del Seguro, debe seguir canales veloces para que la empresa aseguradora tome rápidamente cartas en el asunto como se ha visto en el caso de Entre Ríos.La velocidad de ejecución en cuestiones ambientales es de carácter crítico, ya que, el daño puede aumentar de manera considerable si el siniestro no se gestiona adecuadamente.
Por otro lado, la mayoría de las críticas, hacen hincapié en que no es una herramienta enfocada en la prevención del daño ambiental, haciendo que quede una sensación de que asegurado, ya está “cubierto”, y no es necesario que trabaje en mejora continua de los sistemas de gestión ambiental.
Desde la operatividad, se critica que las empresas sean quienes eligen a la aseguradora quecontratan, entonces es posible, no en todos los casos, que se adquieran seguros más económicos o menos exigentes, donde las auditorías en materia de sistemas de gestión ambiental y planes de contingencias no sean críticas.
Otro punto que no es bien visto, es que para saber si una empresa debe o no contratar un seguro ambiental, existe una fórmula polinómica que es el Nivel de Complejidad Ambiental (NIC), donde se comparan diferentes variables. La fórmula es un mecanismo bastante lineal para determinar quién está dentro del régimen y quién queda excluido.
Por último, una pregunta con respuesta delicada es:¿Qué pasa si el que genera el daño ambiental con un siniestro es el propio Estado? Como suele pasar en muchas provincias y municipios mediante basurales a cielo abierto, saneamiento deficiente, quema de residuos, entre otros.
Las ventajas teóricas de esta herramienta de gestión ambiental están bastantes claras, sin embargo, existe en la comunidad de los profesionales de las ciencias ambientales, una gran desconfianza respecto de cómo lo teórico va a convertirse en operativo. Han pasado más de 10 años desde el surgimiento de la normativa, y el seguro ambiental se ha ejecutado una sola vez. Sin embargo, hemos presenciado centenares de daños ambientales que muchas veces no son denunciados y, otras veces,la responsabilidad deremediarlo queda en la empresasin saber si efectivamente ha sido así.
La expectativa es que se convierta en un mecanismo de ejecución veloz y que se pueda construir un sistema de beneficios tangibles para las empresas que trabajen en prevención de los daños ambientales.
*Director de la Licenciatura en Gestión Ambiental de la Universidad Siglo 21