En esta fecha especial se busca generar conciencia acerca de la importancia de cuidar el recurso mundial más preciado que tenemos. Dos expertos internacionales dan su visión de los problemas más urgentes que deben contemplar las compañías de suministro y de qué manera las normas pueden ayudar a resolver la crisis del agua.
En poco más de 30 años se estima que la demanda de agua se incrementará en un 55%, cifra que sin dudas alarma teniendo en cuenta que solo el 1% del agua dulce del mundo es de fácil acceso y ni siquiera se encuentra distribuida uniformemente alrededor del mundo. Más aún: es vulnerable a la contaminación procedente de la actividad humana. Asimismo, cada día se pierden aproximadamente 45 millones de m3 de agua en los países en desarrollo. Si se lograra reducir esa pérdida a la mitad, se podría contar con la suficiente cantidad de agua como para abastecer al menos a 90 millones de personas.
Frente a este panorama, el Decenio Internacional para la Acción de Naciones Unidas (2018-2028) resolvió trabajar sobre la temática “Agua para el Desarrollo Sostenible”, que se centrará en la gestión integrada de los recursos acuáticos para lograr objetivos sociales, económicos y ambientales. En ese camino, ¿cómo pueden contribuir las normas internacionales a que el agua sea adecuada para cada fin y se use correctamente? Entre otras cosas, las normas ofrecen lineamientos para una gestión eficiente de los sistemas de saneamiento. Así, permiten disminuir la contaminación de los ecosistemas acuáticos derivada de aguas residuales y mejorar la calidad del agua que reciben los usuarios.
La Organización Internacional de Normalización (ISO) cuenta con diversos comités abocados a este tema, con un total de más de 1200 normas desarrolladas. Desde IRAM formamos parte del Comité “Actividades de servicio para el suministro de agua potable y sistemas de aguas residuales” (ISO/TC 224), el cual cuenta con la serie de normas 24510 que proporciona directrices para la evaluación, mejora y gestión de las actividades de servicios para el agua potable y los sistemas de aguas residuales. Estas normas buscar ayudar a las autoridades y operadores de agua a satisfacer las expectativas de los consumidores y los principios del desarrollo sostenible.
En el marco del Día Mundial del Agua, dos especialistas en la materia que participaron de la primera reunión del Grupo de Comunicación del TC 224 que se realizó en Buenos Aires los días 5 y 6 de marzo, dieron a conocer cuáles son los problemas más urgentes en los que deberían reparar las compañías de suministro. Por su parte, Thomas Zenz, DVGW – Asociación Alemana Técnica y Científica de Gas y Agua, consideró que “algunos de los tópicos más urgentes tienen que ver con el control de la calidad y la presión del agua potable así como el cumplimiento con los límites requeridos. Adicionalmente, la educación de los empleados y su permanente actualización, manteniendo sus conocimientos en niveles elevados, es otro punto muy importante en el que las empresas deberían enfocarse”. Asimismo, entrevistamos a Niki Robinson, Gerente de Regulación de Infraestructura de Agua y Servicios Cloacales (Australia), quien puntualizó: “es importante que las organizaciones se involucren en el futuro diseño de las ciudades y el rol del agua en la habitabilidad, reflexionen sobre el futuro trabajador del agua y cuál es la propuesta de valor para atraerlos, cómo utilizar el compromiso del cliente para suavizar las influencias políticas en la prestación del servicio de agua”.
Otro de los aspectos de relevancia tienen que ver con la forma en que los procesos de normalización pueden ayudar a resolver la crisis mundial del agua. Zenz comentó: “Fundamentalmente involucrando a expertos que conocen los problemas y las razones vinculadas a ellos, así como a especialistas que tienen ideas para resolver problemas, y a otros expertos que tienen en mente la crisis global del agua y no el beneficio de empresas”, en tanto Robinson aportó: “Las normas o lineamientos colaboran con la entrega consistente de servicios. Ayudan a garantizar niveles mínimos de servicio y pueden brindar seguridad sobre la longevidad de los activos”.
En relación a los próximos desafíos en términos de uso racional del agua, la experta australiana señaló que algunas de las claves giran en torno a “determinar el costo efectivo del agua; cómo establecer una regulación económica verdaderamente independiente; cómo gestionar la calidad del producto al integrar diversas fuentes de agua; y de qué manera podemos obtener una fuente o sistema de agua económicamente descentralizada y cómo esto interactúa y altera la red de suministro centralizada tradicional”. Zenz, por su parte, remarcó que este punto varía mucho de acuerdo a las condiciones ambientales y sociales, así como económicas, en los diferentes países: “en zonas de clima árido o bien países en desarrollo los desafíos tienen que ver con la cantidad de agua, atendiendo a los principales problemas como son la pérdida de agua y ahorro de agua y dinero, una población en crecimiento y recursos limitados. Es importante que las personas tomen conciencia de que los problemas venideros solo pueden resolverse si todos asumen la responsabilidad por la comunidad en lugar de centrarse únicamente en las propias familias o grupos. Por otra parte, en zonas de climas templados y países desarrollados los desafíos se vinculan a la adaptación de la producción, tratamiento y distribución de agua a desarrollos demográficos y consecuencias de los cambios climáticos”.
Desde IRAM, reafirman una vez más el compromiso para continuar colaborando con el desarrollo de normas que tiendan a mejorar la calidad del agua, permitiendo una correcta gestión de los servicios relacionados, y para ello, sin dudas, la concientización y educación resultan de vital importancia.
Para mayor información: Lic. María Aurora Agulló, coordinadora del SubComité Gestión de los Servicios de Agua (ISO/TC 224).