Bridgestone realizó la 9° edición de la Caravana Solidaria. En esta oportunidad, visitó cinco escuelas en comunidades mapuches de la provincia de Neuquén y recogió historias de profesores que afrontan diariamente el desafío de enseñar en plena cordillera.
“Con el apoyo de organizaciones y empresas como Bridgestone, podemos apostar a mejorar las condiciones de formación y educación de los niños de la comunidad. Nosotros trabajamos todos los días por un objetivo en común que es poder darle lo mejor a los chicos y somos maestros, directores, vice-directores y secretarios de escuelas rurales y de frontera; todo al mismo tiempo”, comentó Adrián Reinozo, director de la Escuela 222 de la comunidad de Chiuquilihuin.
La comunidad mapuche de Chiuquilihuin se encuentra formada por no más de cincuenta familias y dispone de una escuela primaria a la que se accede a través de un recorrido de 60 kilómetros. Los pobladores son artesanos de instrumentos autóctonos y telares, y asistieron a la misma escuela rural a la que ahora asisten sus hijos. Estos niños, que son el futuro del país, son motivados por los profesores de la institución que velan por su seguridad, los alimentan, educan y enseñan a pensar fuera de lo cotidiano.
A partir de escapadas en colectivo de línea a sitios como Puerto Madryn, organizadas por estos profesores, los niños han tenido la oportunidad de conocer nuevas costumbres y profesiones, y ahora aspiran a ser contadores o infantes de marina. Es así como el deseo de estudiar y proyectar un futuro distinto aparece en cada uno y se materializa con la posibilidad de formarse en la secundaria rural a la que sus padres no tuvieron acceso. En el paraje de Aucapán, se encuentra otra de las escuelas rurales visitadas por Bridgestone. La comunidad cuenta con más de 400 pobladores y un total de 4 escuelas primarias. Uno de los grandes desafíos que deben afrontar es la crudeza del invierno y las grandes nevadas, por lo que las clases se dictan de septiembre a mayo, únicamente.
“El aporte de Bridgestone, de la mano de un grupo de voluntarios de la compañía, proveedores, clientes y también el apoyo de la red de centros de servicios, consistió en el acercamiento a las escuelas y la donación de 12 toneladas de donaciones entre juguetes, ropa y comida. Además, pintamos pizarrones, construimos bibliotecas y acercamos filtros necesarios para la instalación de agua potable”, contó Rodrigo Escudero, Gerente de Marketing y Comunicaciones de Bridgestone Argentina.
La Caravana logró llegar a cada uno de estos rincones a pesar de las dificultades y obstáculos de los caminos, recorriendo más de 3.000 kilómetros, y aprovechó el equipamiento de sus neumáticos Dueler A/T REVO2, para avanzar sin detenerse, diseñados para vehículos todo terreno que requieran un excelente comportamiento, confort y seguridad en la ruta así como buena performance fuera de ella.
De esta manera, la compañía continúa fortaleciendo su compromiso global de responsabilidad social llamado Nuestra Manera de Servir. Se trata de la guía para priorizar esfuerzos y enfocarlos en las actividades en las que realmente puede hacer la diferencia, causando el mayor impacto como compañía global y líder en el sector. Al hacerlo, Bridgestone suma aún más valor a sus colaboradores, clientes y comunidades.
La Caravana en números desde su inicio en 2010
• 95 toneladas de donaciones llevadas.
• Más de 29.000 kilómetros recorridos.
• 8 provincia visitadas
• 55 escuelas beneficiadas
• Más de 2.500 alumnos y maestros visitados.
• 350 voluntarios implicados.
• 18 sponsors apoyando la acción.