Activistas protestan para pedir que empresas dejen de ‘cerrar sus ojos’ ante el maltrato animal
Arcor y Danone, dos gigantes del sector de alimentos en Argentina, están bajo la presión de organizaciones de protección animal para acabar con una práctica considerada cruel y controversial: el uso de huevos de gallinas que son hacinadas durante toda sus vida en jaulas diminutas.
“Más de 43 millones de gallinas son forzadas a vivir en condiciones deplorables en la industria del huevo en Argentina, casi sin poder moverse. Grandes fabricantes de alimentos como Nestlé, Unilever y Kraft Heinz ya se comprometieron seriamente a no permitir el uso de estos huevos en sus productos. Pero Danone y Arcor se resisten a seguir estos ejemplos”, explicó Romina Viscarret, coordinadora nacional de Sinergia Animal.
La ONG protestó esta semana frente a las oficinas de las dos empresas en Buenos Aires. Con los ojos tapados, los activistas sostenían carteles que decían: “Arcor y Danone: ¡No cierren sus ojos al maltrato animal!. Sinergia Animal considera que la política publicada por Arcor el año pasado es débil y no acorde con los compromisos de sus competidores, pues Arcor no dice cuándo, ni si eliminará totalmente el uso de los huevos de gallinas enjauladas.
Las críticas también se extienden a Danone, que tiene una política supuestamente global para eliminar el uso de los huevos producidos en jaulas, pero no quiere aplicarla en Bagley, una empresa conjunta con Arcor y el más grande fabricante de galletitas de Sudamérica.
El tema promete ganar cada vez más fuerza y atención en el sector de alimentos en Argentina. Para atender la demanda de los consumidores y diversas empresas que ya están totalmente comprometidas a solamente usar huevos libres de jaulas – como Havanna, Freddo, Subway, McDonald’s, Grupo Alsea (dueño de Starbucks) y Burger King. Tres grandes productores nacionales ya empezaron a producir huevos libres de jaulas y adoptaron una certificación de bienestar animal.
El uso de las jaulas es considerado una de las prácticas más crueles de la industria por especialistas en bienestar animal. En ellas, cada gallina tiene un espacio más pequeño que una hoja de papel A4 para vivir. Muchos estudios apuntan que los animales sufren de estrés y frustración constante y pueden padecer de enfermedades óseas dolorosas por la falta de movimiento. Debido a esta enorme crueldad, las jaulas en batería convencionales ya han sido prohibidas en toda la Unión Europea, Nueva Zelanda y diversos estados norteamericanos. Canadá también se ha comprometido a acabar con ese sistema de confinamiento gradualmente.
“No hay dudas de que confinar animales de una forma tan extrema e inhumana es algo totalmente rechazado por nuestra sociedad. Es tiempo de que grandes empresas dejen de ignorar este problema y atiendan a esta demanda en Argentina”, completó Romina.