“La Argentina tiene que implementar un método de rotulado en forma inmediata”

Dra. Mónica Katz, presidente de la Sociedad Argentina de Nutrición

Por Vanesa listek

En una entrevista con Mónica Katz, la especialista explicó los lineamientos básicos de la nutrición en los etiquetados alimentarios

Actualmente en nuestro país se debate cuál es la mejor forma de incorporar el etiquetado frontal de los alimentos que consiste en presentar la información nutricional en la cara principal del envase del producto, con el objetivo fundamental de ayudar al consumidor a la hora de tomar decisiones en cuanto a su alimentación.Según fuentes consultadas por Visión Sustentable, el Ministerio de Producción nacional está trabajando junto a las Secretarías de Salud y Agroindustria de la Nación para elaborar un sistema mixto de advertencia y recomendación. Lo cierto es que el Gobierno de Mauricio Macri, legisladores, representantes de la industria alimentaria y especialistas deben llegar a un acuerdo para garantizar el derecho de los consumidores a conocer cómo están compuestos los alimentos que consumen.

“Ya hemos empezado a discutir con Agroindustria y con Producción cuál es el mejor formato, las características y los tiempos para desarrollar esta iniciativa”, dijo el ministro de Salud de la Nación, Adolfo Rubinstein, el año pasado.

La médica Mónica Katz, presidenta de la Sociedad Argentina de Nutrición, dialogó con Visión Sustentable sobre cuál es el mejor sistema que nuestro país debe adoptar. La especialista en nutrición explicó que el etiquetado se puede dividir en tres tipos: el semáforo, el sistema de octógonos negros, y por último, el NutriScore.

El primer caso se utiliza en algunos países como Inglaterra y Ecuador. La metodología es simple: se usa el color rojo cuando un alimento es “alto en”, amarillo cuando está “al límite” y verde cuando “es saludable”. En palabras de Katz, una de las críticas al semáforo es que “los productos no tienen sólo azúcar, sodio o  calorías grasas saturadas. Un producto puede ser bueno porque tiene azúcar bajo y malo porque contiene mucho sodio”, explicó.

El segundo modelo, de etiquetado frontal, consiste en un sistema de octógonos negros que actualmente está utilizando Chile y que se implementará en Uruguay. “Este modelo de etiquetado es sólo de advertencia, es decir todo producto que sea “alto en” va en negro y destaca así sólo lo malo del alimento”, explicó Katz. Además agregó: “Un yogurt entero tiene azúcar pero es bajo en grasas y tiene calcio, proteínas y vitaminas. Este tipo de rotulado estigmatiza a los alimentos industrializados y tiene una tendencia anti-mercado”, explicó la autora de libros como “No dieta”, “Puentes entre la alimentación y el placer”, “Somos lo que comemos”, entre otras obras.

La médica confirmó que entre el modelo del semáforo y los octógonos negros de advertencia hay sistemas intermedios como el NutriScore que implementó Francia y que está compuesto por cinco colores: verde claro, verde oscuro, amarillo, naranja y rojo, y que además incorpora la frecuencia de consumo.

“Los franceses agregaron esta tercera característica porque es importante tener en cuenta la calidad, la cantidad y la frecuencia de consumo. Hay alimentos que no importa tanto que tenga un perfil menos saludable porque el consumidor no lo incluye en su patrón de alimentación con mucha frecuencia”, afirmó la especialista.

La obesidad y el sobrepeso, una problemática

Seis de cada diez argentinos tienen sobrepeso u obesidad, según los últimos datos disponibles. “Es dramático: no hay otra enfermedad más prevalente que la obesidad en la Argentina que causa 200 patologías distintas como la diabetes, la hipertensión arterial, cáncer, artrosis, hígado graso, cirrosis, entre otras”, afirmó Katz.Además, sugirió que “hay estudios argentinos que demuestran que aproximadamente la mitad de las calorías que ingerimos como el azúcar y el sodio, o sea todo lo que nos preocupa en la era de la obesidad, proviene del producto de góndola industrializado, pero la otra mitad viene de la casa, del comedor de la empresa de la escuela, del catering, de los restaurantes, o de la casa de mi abuela, es decir, no provienen de la industria de alimentos sino de la comida casera que nadie controla”.

Con respecto a la industria, la especialista explicó que el paradigma que reinó el siglo pasado fue “alimentos para todos” porque el principal problema era la desnutrición. “Ese modelo fracasó porque alimentos para todos sin calidad sino solamente cantidad genera enfermedades crónicas no transmisibles como la diabetes y la obesidad. En este siglo XXI, todos, Gobierno, expertos e industria van a tener que entender que la problemática de hoy sigue siendo un poco la desnutrición pero el grave problema es la obesidad y las enfermedades crónicas no transmisibles”, advirtió.

Por último, la nutricionista agregó que ningún modelo es perfecto, pero según su criterio el más adecuado es el NutriScore porque otorga una categorización de aspectos nutricionales importantes. “La Argentina tiene que adoptar un sistema rotulado aunque no sea perfecto: tiene que elegir uno”, concluyó.

Advertencia versus información

En 2016 se sancionó en Chile la ley 20.606 que regula el etiquetado de los alimentos y también la publicidad y promoción de alimentos. En este caso, se optó por el etiquetado de advertencia, que indica con unos hexágonos negros en el frente de los envases indicando si es un producto “alto” en calorías, sodio, azúcar o grasas, con un sello para cada componente crítico. Uruguay también lo adoptó.

 

Francia, por su parte, incorporó el sistema que llamaron “Nutriscore” en 2017, que consiste de una escala de cinco colores, que va del color verde (que se corresponde con la letra A) hasta el rojo (con la letra E), en la que el verde representa lo más saludable y el rojo lo menos saludable. Con un algoritmo se van evaluando los distintos componentes, tanto los críticos como los saludables y de ahí surge el color que le corresponde a dicho producto. Según informó Katz, fue adoptado por Francia, España y lo están analizando algunos otros países de la Comunidad Europea.

 

 

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