La sustentabilidad va a transformar la naturaleza de los negocios en magnitudes que se comparan con la alteración que supuso la revolución digital. El cambio va a modificar drásticamente a las industrias, cambiará los fondos de utilidades, desafiará áreas que tenían un retorno históricamente alto y, en última instancia, abrirá oportunidades de miles de millones de dólares en nueva áreas. Ninguna industria quedará inmune.
La mayoría de los ejecutivos saben esto y respaldan los objetivos de sustentabilidad. Sin embargo, conociendo la tasa de éxito de 4 % para las iniciativas mundiales de sustentabilidad, muchos líderes también saben que necesitan estar haciendo aún mucho más si quieren liderar en este sector. De lo contrario, corren el riesgo de ser dejados de lado. Estos son los hallazgos que han surgido a partir de Sustainability is the Next Digital, un nuevo informe de Bain & Company.
“El hecho de que la sustentabilidad deba figurar en la cima de la lista de prioridades de los negocios no es nuevo para la mayoría de los ejecutivos”, afirma Jenny Davis-Peccoud, quien co-lidera la práctica de Sustentabilidad y Responsabilidad Corporativa. “Lo que es nuevo es la magnitud de los cambios que se puedan esperar. La sustentabilidad va a ser más que una casilla KPI adelantándose. Va a cambiar drásticamente a las industrias y va a tener un impacto en todo desde las cadenas de suministros, hasta las adquisiciones, los financiamientos y la retención de talentos. Nos sentimos muy cómodos igualando estos cambios como resultado de la sustentabilidad hacia aquellos impulsados por la revolución digital.”
Ayudar a fomentar este cambio es la definición expansiva de sustentabilidad. El término engloba hoy en día un rango más amplio de amenazas ambientales como así también de desafíos sociales, económicos y de gobierno –incluye todo desde los impactos de salud del producto hasta los derechos de género e igualdad alimenticia.
Además, las consecuencias negativas de la actividad corporativa son cada vez más medidas, visibles y estudiadas. Los consumidores, el gobierno, los empleados y los inversores están prestando mucha más atención y accionan con mayor celeridad para registrar su insatisfacción con organizaciones que ignoran la sustentabilidad.
Estas acciones avivarán el cambio masivo a lo largo de las industrias. Las regulaciones gubernamentales presentan un escenario creíble, sin embargo, pocas compañías gestionan el costo potencial de las regulaciones estrictas dentro de sus visiones a largo plazo. Por ejemplo, Bain & Company estima que con las medidas regulatorias potenciales desde los impuestos al azúcar hasta los precios del carbono, una típica empresa de bebida gasificada puede perder hasta el 22 por ciento de sus ganancias.
Mientras tanto, múltiples oportunidades se abrirán a medida que las preferencias del consumidor y los fondos de utilidades cambien: de acuerdo al análisis de Bain & Company de la información de Barclay y Grand View Research, las carnes vegetales pueden llegar a ser un negocio de $ 140 mil millones para fines de esta década y los mercados minoristas de nutrición y bienestar pueden crecer hasta $ 50 mil millones para el 2025.
Para mantenerse a la delantera de la curva de sustentabilidad, las compañías van a necesitar encontrar nuevos motores de crecimiento. El informe de Bain & Company identifica cuatro oportunidades que las empresas deben aprovechar para retener esa ventaja competitiva:
- Tomar decisiones estratégicas. Cuando las empresas miran hacia el futuro, muchas se dan cuenta de que su única opción de volverse sustentables es realizar un cambio drástico y adoptar una actitud “disruptiva” que impulse a muchas empresas a embarcarse en la transformación digital. Las compañías deben hacer cambios que afecten fundamentalmente dónde jugar y cómo ganar.
- Repensar y rediseñar las ofertas de productos. Así como lo digital cambió el panorama de los productos desde los nuevos formatos de música hacia los nuevos métodos de envío de noticias, la sustentabilidad abrió la puerta para que nuevos productos respalden la reducción de residuos, minimicen las emisiones de dióxido de carbono y realcen el bienestar. Para las compañías de consumo de productos, la revolución sustentable es una oportunidad para los desarrollos en todos los aspectos, desde el packaging hasta la formulación misma del producto.
- Reinventar estrategias operativas. Las empresas pueden examinar de cerca sus operaciones, desde la adquisición hasta la cadena de suministros, para tomar decisiones críticas acerca de dónde invertir, cómo reducir el gasto, o cómo focalizarse en el cambio. Incluso lo digital se está viendo alterado por la sustentabilidad en esta área: los centros de datos consumen el 2 por ciento de la electricidad global, una cifra que se estima crezca hasta un 8 por ciento para el 2030, dejando a los proveedores de servicios de la nube luchando con las maneras de reducir el consumo de energía y las emisiones de carbono resultantes.
- Desarrollar sociedades innovadoras para respaldar al crecimiento sostenible y simbiótico. La sustentabilidad trae aparejado un imperativo urgente. Más empresas unirán fuerzas con socios externos en un esfuerzo acelerado para desarrollar las capacidades que ahora son requeridas para abordar los temas de sustentabilidad. Esto puede suceder con organizaciones no-gubernamentales, con grupos industriales, o entre ellos—a veces formando ecosistemas sustentables. Desde la formación de asociaciones industriales hacia impulsar el cambio extendido para mejorar el reciclado de paquetes, muchas empresas encontrarán que es más eficiente y sustentable asociarse.
“A medida que la sustentabilidad se expande, acelera y revoluciona, está forzando a las empresas de todos los sectores industriales a mirarse a ellos mismos con una honestidad inquebrantable – y a prepararse rápidamente a ofrecer un futuro que nunca antes imaginaron,” dice Jean-Charles van den Branden, co líder de la práctica global de Sustentabilidad y Responsabilidad Corporativa de Bain & Company. “Las empresas ganadoras consideran todas las opciones posibles, tanto desde una perspectiva de ‘del futuro hacia atrás’ como ‘del presente hacia adelante’, mirando hacia una tendencia disruptiva para poder desafiar el pensamiento, poner la mira más alta y quizá realizar movimientos más radicales. El mirar desde el presente hacia adelante, nos permite ver lo que se puede hacer hoy en día para progresar en contra de las tendencias actuales. Estas combinaciones dejan a las empresas en el camino correcto.”