(*) Por Ana Muro
Las alianzas permiten transitar mejor la complejidad actual
La agenda 2030 es una agenda interconectada en 3 dimensiones: económica, social y ambiental. Sus objetivos y sus metas están integradas y son indivisibles.Hablar de un ODS en particular, cualquiera sea, en forma aislada es imposible porque están relacionados y forman parte de una intrincada red y muchos de los objetivos son complementarios. Sin embargo, algunos pueden apuntar en direcciones opuestas. Abordarlos integradamente es crucial porque permite considerar la totalidad del espectro. El Objetivo 17 tiene como base y principio: Alianzas para el Desarrollo. Algunos lo consideran el objetivo transversal ya que puede unir los distintos temas de la agenda 2030.
Son las alianzas las que permiten lograr el máximo valor de una acción. En un mundo en el que las incertidumbres son constantes, con transformaciones económicas y sociales periódicas, las alianzas cobran más valor porque permiten transitar mejor la complejidad; el trabajo conjunto hace a la fuerza de superación y la responsabilidad se comparte.La alianza de múltiples partes interesadas puede generar formas innovadoras de trabajo, movilizando experiencias y recursos diversos. Creando una oportunidad concreta de desarrollar nuevos enfoques de asociación y lograr en conjunto resultados a los que nunca podrían llegarse trabajando solos. Cada sector tiene un rol importante que desempeñar, pero es en la colaboración donde se produce la transformación real. Y es justamente ese el camino que propone la Agenda 2030: Objetivos de Desarrollo Sostenible (UN, 2018).
Las empresas ya conocían el valor que las alianzas tienen porque desde hace más de una década vienen trabajando con distintos actores para avanzar en la agenda de desarrollo y transformación social. Gobiernos (en sus diversos niveles jerárquicos), organizaciones de la sociedad civil, organizaciones internacionales, academias, entre otros. Sin embargo,para ofrecer soluciones con mayor impacto debían dar un paso más y ese paso solo era posible mediante la construcción de acciones colectivas.
Este fue el puntapié para comenzar a trabajar en una nueva agenda, bajo una mirada nueva, más integradora y multiactoral. Las alianzas para los ODS fueron definidas de la siguiente manera por el sistema de Naciones Unidas:
“la creación de agendas comunes y la combinación de recursos, riesgos y beneficios son colaboraciones voluntarias que se construyen a través de las respectivas fortalezas y competencias de cada aliado, optimizando la asignación de recursos y consiguiendo resultados mutuamente beneficiosos de manera sostenible. Implican interacciones que aumentan los recursos, la escala y el impacto”[1]
Para apoyar el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible se necesitan alianzas que movilizan y comparten conocimientos, experiencia, tecnología y recursos financieros.
El trabajo desarrollado en conjunto por CEADS & EY Argentina (2019) sobre el Progreso de la Agenda 2030[2], realizado por el sector privado argentino sirve para ejemplificar el punto anterior. En el marco del Programa Conectando Empresas con los ODS, el trabajo se basa en la recopilación y análisis de iniciativas desarrollado por ellos mismosentre los años 2016 y 2019.
Este trabajo analizó el compromiso expresado por 75 empresas miembros del CEADS, y empresas aliadas a la R.E.D de Empresas por la Diversidad de la Universidad Torcuato Di Tella, representado en 303 iniciativas empresariales que van desde acciones, proyectos, programas y/o políticas corporativas entorno a los 17 ODS.
En la mayoría de los casos, para llevar adelante las iniciativas presentadas, las empresas se valieron de distintas alianzas. Ya sea con el sector público, entre privados o a través del vínculo con otras organizaciones.
Del análisis realizado, se observó que el 42% de las alianzas se realizaron con el sector público, seguido de alianzas con las organizaciones de la sociedad civil (25%), luego con el sector privado (17%) y por último con el sector académico (14%).
Es importante destacar que las alianzas con el sector público casi duplica en porcentaje a las alianzas con las organizaciones de la sociedad civil, aliados en principio más cercanos a la gestión empresarial. Asimismo, las alianzas a nivel nacional se han dado en mayor preponderancia (36%) que a nivel provincial (29%) y municipal (17%). Continuando con el análisis, las alianzas entre empresas pares representan el 17%, lo que pone en evidencia que podrían continuar siendo un desafío a futuro, a fin de potenciar el impacto de los proyectos encarados.
Otro resultado obtenido, aunque de índole cualitativo, ha sido que los impulsores de las iniciativas han generado una importante red de contactos, reunir diversos recursos de manera que juntos puedan lograr una mayor sostenibilidad, más impacto y aumentar la creación de valor para todos. Habilidades clave para lograr el avance de la agenda en cuestión.
Por otro lado, se analizaron cada una de las iniciativas presentadas en el ODS 17. Lo particular del hallazgo fue que de las 303 iniciativas sólo 11 de ellas (3,6% del total) contribuían de manera directa. Pero el 37%, es decir 114 de las 303 iniciativas sí lo hacen de manera conexa. Esto nos lleva a interpretar que el sector privado estaría reconociendo en el ODS 17 un elemento clave para los compromisos asumidos.
Naciones Unidas proclama a la década 2020-2030 como la “Década de la Acción”[3]. Detrás de la proclamación sobre la mencionada década, había un plan de acciones a desarrollar que debió ser reorientado por la pandemia del COVID-19; pandemia que nos hizo cambiar los planes y, en muchos casos, acelerar el paso. Dos ejemplos claros de esta aceleración son la educación digital y el tele trabajo.
El aumento de las inequidades, producto de la recesión económica y el desempleo, la deserción escolar, malnutrición, problemas en la salud, reducción de la movilidad, desplazamientos en la cadena de valor, incremento de la violencia doméstica, entre muchas otras, son amenazas que el COVID- 19 está generando a nivel global. Por eso, es menester la necesidad de generar alianzas, que puedan poner freno y/o cambiar el rumbo lo antes posible.
(*) Es Coordinadora del Área Sociedad y Empresa del CEADS.
[1] Alianzas ¿Porqué son importantes? https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/wp-content/uploads/sites/3/2016/10/17_Spanish_Why_it_Matters.pdf
Partnership for the SDGs https://sustainabledevelopment.un.org/partnerships/about#annual
[2]El informe completo se encuentra disponible en www.ods.ceads.org.ar
[3] En septiembre de 2019, el Secretario General de la ONU apeló a todos los sectores de la sociedad para que se movilizasen para esta década de acción en tres niveles: acciones a nivel mundial; acciones a nivel local y acciones por parte de las personas para generar un movimiento imparable que impulse las transformaciones necesarias. La década de acción exige acelerar las soluciones sostenibles dirigidas a los principales desafíos del mundo; desde la pobreza y la igualdad de género, hasta el cambio climático, la desigualdad y el cierre de la brecha financiera.