¿Cómo puede ser que una taza te represente? me preguntó mi amiga cuando le empecé a contar sobre TICA.
¿Qué tiene que ver un producto térmico, de diseño, con tu trabajo (hace años que hago consultoría en estrategia organizacional) y con tus valores (también hace años que parte de mi tiempo lo dedico a hacer trabajo como voluntaria en distintas ONGs).
La respuesta es simple: TODO.
Cuando conocí a Cele Mangiardi (directora y fundadora de TICA) ella había ayudado a convertir una tradicional PYME familiar, en una empresa B. En ese camino aprendió, encontró su pasión, definió su norte. Con espíritu emprendedor y un propósito claro: “transformar el descarte en nuevas prácticas que reparen el daño que nos hacemos” decidió iniciar TICA.
De su mano entré en ese mundo maravilloso de las empresas de triple impacto, y en seguida entendí que es en este tipo de organizaciones donde mis valores, mi conocimientos y experiencia confluyen y se alinean completamente.
Todo nace de una preocupación, de un problema, y de la búsqueda de soluciones.
Entendemos que el uso y descarte al ritmo actual es inviable para nosotros y para el planeta. Nos cuestionamos si como sociedad y como individuos somos conscientes del mundo que estamos creando, si es este es el mundo que elegimos. Frente a esta situación, nos preguntamos: ¿es posible crear una empresa que pueda romper esta dinámica que tanto daño nos hace?
Queremos evolucionar hacia un nuevo consumo. Necesitamos nuevos hábitos que nos hagan bien, donde el descarte indiscriminado no sea ni siquiera una opción. Es tiempo de hacernos cargo del impacto negativo de nuestras elecciones y buscar una solución que cuide a las personas y al planeta.
¿De qué hablamos cuando hablamos de descarte?
Somos parte de una sociedad acostumbrada a usar y tirar en un loop infinito. Y no estamos hablando solo de productos de consumo. Se trata de una lógica tan arraigada en nuestra sociedad que también llegó a las relaciones humanas.
El propósito de TICA busca dar vuelta esta lógica y para lograrlo, necesitamos más personas que se sientan inspiradas por esta lucha.
Los negocios y el cuidado, el impacto positivo pueden (y deben) ir juntos. En cada decisión de compra, de contratación se ponen en juego nuestros valores, lo que pensamos de la gente y las cosas, la forma en que nos conectamos con los demás y con el mundo. Suele decirse que una imagen vale más que mil palabras.
Lo que usas demuestra / simboliza también tus valores.
TICA es cuidado. Cuidado del medio ambiente, de nosotros mismos y de los demás. Es impacto en el clima; pero no como algo abstracto y lejano, es cuidado cercano, “empezando por casa” (o por la oficina,sea lo que cada uno entienda por oficina en esta nueva realidad), es impactar en el clima (ambiental porque reducimos el descarte de plásticos/ vasos de un solo uso) y también en el laboral (porque con la taza como símbolo estamos unidos en valores compartidos).
En TICA, empezamos por una taza, pero vamos por más. Y no podemos solos. Por eso nuestra invitación es a hacer el cambio entre todos, en comunidad. A sumarse: contra el descarte * Por las personas * Por el planeta. Hoy, en la empresa de mi amiga cada uno tiene su TICA – símbolo de su propia lucha contra el descarte.
*Celeste Mangiardi y Valeria Greco, además de ser Directoras en TICA, comparten profesión (las dos son psicólogas), hacerse camino como emprendedoras siendo también madres de familia numerosa y son las dos apasionadas por los deportes acuáticos y el aire libre.