Por Fiorella Lotti
La violencia de género es una de las principales problemáticas sociales que enfrenta la Argentina, donde cada 35 horas una mujer es asesinada. Del 1 de enero al 29 de mayo de 2021, se cometieron 103 femicidios, según cifras del registro nacional que realiza el Observatorio de las violencias de género Ahora Que Sí Nos Ven.
Sin embargo, los femicidios son solo la punta del iceberg de una serie de violencias ejercidas contra las mujeres. Cuando se habla de violencia de género, no solo se habla de agresiones físicas. Violencia contra las mujeres es cualquier conducta (una acción, un insulto, una actitud, un silencio o la falta de colaboración) que daña a la mujer por el solo hecho de serlo.
El Estado es responsable y por ello debe generar políticas públicas reales para combatir esta problemática. Tal como es sabido la agenda de diversidad y género está siendo abordada por el sector privado, incluso generando conciencia y acompañando a las víctimas.
Desde el inicio del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio se ha visto un aumento en las denuncias de mujeres que sufren violencia de género a la Línea 144 que brinda orientación, asesoramiento y contención. De acuerdo con Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, durante el primer mes de la cuarentena 2020, las llamadas crecieron un 39%, se registraron al menos 19 femicidios en territorio argentino, y en el 45% de los casos el asesino fue la pareja actual.
“Si bien en toda la región se han potenciado las líneas de atención de casos de violencia, estos han incrementado y lo femicidios no cesan. Se trata efectivamente de otra pandemia a atacar. Es fundamental tener datos disponibles, más refugios y protocolos específicos, apoyar a las organizaciones y redes de mujeres, y capacitar a la policía”, aseguró Florence Raes, representante de ONU Mujeres para Argentina.
Tanto el Estado Nacional como empresas de distintos rubros han realizado iniciativas vinculadas a la construcción de Protocolos de Actuación ante casos de acoso y violencias por cuestiones de género. En ese marco, la ratificación del Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo, sumado al corpus normativo argentino, se constituye en un gran insumo para promover espacios laborales libres de todo tipo de acoso y violencias por cuestiones de género.
Protocolos privados open source
Durante 2020, Newsan diseñó e implementó un “Protocolo de actuación ante casos de violencia por cuestiones de género”, y desarrollaron el proceso de gestión de la denuncia poniendo foco en la persona. Esta iniciativa fue presentada tanto al público interno como al externo. “Sabemos que lamentablemente las cifras de víctimas por cuestiones de género han aumentado durante la pandemia, y esto nos ha llevado a la acción. Es así como desarrollamos este protocolo que hemos puesto a disposición de otras empresas y organizaciones y las hemos acompañado en su implementación”, precisó Marcela Cominelli, Gerenta de Relaciones Institucionales.
En la empresa de electrodomésticos hace varios años se encuentran en camino hacia un cambio cultural que comenzó con la elaboración de un mapa interno de la diversidad, un diagnóstico que les permitió entender cuál era el estado de situación. A partir de allí, elaboraron el Masterplan de la diversidad de Newsan que propone revisar procesos, aplicar una perspectiva de género, revisar políticas y desarrollar una serie de programas y acciones en búsqueda de una sociedad más inclusiva.
“Para asegurar una mirada trasversal al negocio, el protocolo fue co-diseñado internamente involucrando a distintas áreas de la compañía (Relaciones Institucionales, Sustentabilidad, Compliance, Legales, Recursos Humanos e incluyendo a la alta dirección). Además, contamos con el asesoramiento permanente de una especialista en diversidad y alcanzamos a otros grupos de interés externos, como es el caso de la empresa proveedora del canal de denuncias”, indicó Cominelli.
Para su implementación realizaron una campaña de comunicación y capacitación sobre el Protocolo y el proceso de gestión de la denuncia. El texto define en primer término los conceptos clave, principios rectores de confidencialidad y respeto, no revictimización, contención y orientación, y prevención a través de campañas de sensibilización.
El protocolo define violencia de género como “toda conducta, omisión, acción consumada o amenaza que, de manera directa o indirecta, ejercida sobre otra persona que se identifica con el género femenino, que afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica, como así, su seguridad personal y/o su carrera laboral. También comprende la violencia ejercida a través de cualquier medio de comunicación escrito, oral, audiovisual, digital, cibernético, electrónico, entre otros medios”.
También establece acciones para acompañar a la persona que ha denunciado un caso de acoso y violencia: licencia especial, cambios en horarios y lugar de trabajo, adelanto de sueldos, accionar de la línea ética, y la figura de un Advisor de Diversidad (experto en violencia de género), entre otros puntos.
“Dada la relevancia de la temática y nuestro compromiso, pusimos el protocolo a disposición bajo el concepto de “código abierto” para que cualquier organización pueda descargarlo libremente de nuestra página web y adecuarlo a sus propios procesos. Así mismo, interactuamos en forma continua para alentar una comunidad de aprendizaje entre pares. Con el lanzamiento del protocolo comenzamos a socializar nuestro aprendizaje y para ello generamos un espacio llamado Newsan Talks, dedicadas a la equidad de género y a las violencias por cuestiones de género”, concluyó.
Empresas con perspectiva de género
Farmacity se propuso ser una empresa con perspectiva de género y se comprometió con la promoción de la igualdad de oportunidades para el hombre y la mujer; concientizar, capacitar y trabajar en red para contribuir a la erradicación de la violencia de género. “Desde hace más de 7 años decidimos poner en marcha acciones vinculadas a la promoción de la equidad y la lucha contra la violencia de género, generando alianzas con ONGs, organismos del Estado y organizaciones internacionales, trabajando en red”, describió Andrea Gualde, directora de Asuntos Jurídicos e Institucionales de Farmacity.
Es así como en 2013 empezaron el recorrido con sensibilizaciones sobre violencia de género, ciclo de la violencia y primera escucha, a todos los colaboradores y colaboradoras de la compañía, en alianza con La Casa del Encuentro. Firmaron un convenio de cooperación con el Instituto Nacional de las Mujeres para concientizar y difundir la existencia de la línea telefónica nacional 144 en todas las tiendas y oficinas internas, Centros de Distribución y Droguerías.
“La licencia permite a nuestras colaboradoras contar con el apoyo y el respaldo necesario por parte de la compañía, garantizando el cuidado y continuidad de su fuente de trabajo. El protocolo prevé la asistencia y acompañamiento mediante la intervención de equipos legales y de Capital Humano, garantizando la confidencialidad del proceso. Gracias a la articulación con La Casa del Encuentro, derivamos los casos, hemos podido resolverlos y darles todo nuestro apoyo a nuestras colaboradoras”, enfatizó Gualde.
Frente al escenario de emergencia sanitaria que derivó en un aumento de los casos de violencia de género, la empresareafirmó su compromiso con la erradicación de la violencia de género y se sumaron a dos campañas:
- “Barbijo Rojo”: una iniciativa en conjunto del Ministerio de las Mujeres, Género y Diversidad y la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA). Las farmacias son las protagonistas de esta iniciativa, ya que la víctima puede alertar de su situación de violencia pidiendo un BARBIJO ROJO, alertando a los empleados para asistirla y luego ponerla en contacto con la línea 144.
- “Juntas y Acompañadas”: una iniciativa del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para reforzar la línea 144. Colocaron en todas las farmacias de CABA material acon información a disposición de clientes y pacientes. Así mismo, en todos los tickets de compra, agregaron la leyenda “Si la violencia está en tu casa llamanos al 144” como otro canal más de información y concientización.
“En la misma línea, reforzamos, a través de nuestros canales de comunicación internos el uso de la línea 144 y todos los medios disponibles para alertar sobre una situación de violencia. También seguimos aplicando nuestro Protocolo y Licencia por Violencia de Género, que lo adaptamos a la virtualidad”, relató Gualde.
Farmacity se encuentra en una posición de privilegio para trabajar esta temática porque la mayoría de sus clientes (80%) y colaboradoras (62%) son mujeres, y cuentan con más de 300 tiendas de todo el país como canales masivos de difusión. Por ello, Gualde asegura: “Entendemos que somos responsables, como organismo privado, de ser motor de cambio para poder convertirnos en la sociedad que aspiramos”.
Ni una menos
El pasado 3 de junio se cumplieron 6 años desde la primera movilización en la que, bajo la consigna #NiUnaMenos, diversos movimientos de mujeres visibilizaron una forma particular de discriminación hacia las mujeres: la violencia de género.
Si bien la Argentina ha tenido grandes avances a nivel institucional, lo cierto es que las estadísticas de muestran que aún queda mucho camino para recorrer: en los últimos 6 años se cometieron 1717 femicidios, de los cuales el 64% fue cometido por parejas o ex parejas y ocurrió en la vivienda de la víctima.
La violencia contra la mujer constituye un fenómeno de gravedad que implica la violación a los Derechos Humanos fundamentales; es un problema político, social y de salud pública, que involucra en especial a las mujeres, e impide la construcción de relaciones democráticas en el marco de la familia y la sociedad.
Durante mucho tiempo se consideró que la violencia contra las mujeres era un tema del ámbito privado, sin tener en cuenta otros aspectos de la vida cotidiana de ellas, que también presentan modos de violencia relacionadas con su condición de género.
En nuestro país contamos con un marco legal importante que busca prevenir y erradicar la violencia de género. Sin embargo, actualmente el problema más grande es el acceso a la justicia, lograr la efectiva aplicación de las leyes y la eficacia de los procedimientos judiciales y administrativos, si tenemos en cuenta que 290 de las 1717 víctimas habían realizado al menos una denuncia y 163 tenían medidas de protección.