Por Fiorella Lotti
Fundación Huésped lidera la iniciativa Labor Positiva para América Latina en conjunto con ONUSIDA.
De acuerdo con la “Encuesta global de la OIT sobre la discriminación por el VIH en el mundo del trabajo” publicada en 2021 y realizada en 50 países, 40 años después de la aparición de la epidemia del VIH y el sida, el estigma y la discriminación siguen existiendo, incluso en el trabajo, y son un obstáculo para el ODS 3 de garantizar una vida sana y promover el bienestar para todo el mundo en todas las edades.
Con el objetivo de mejorar la empleabilidad de las personas con VIH, Fundación Huésped, en el marco de su Programa en el Ámbito Laboral (PAL), lidera la iniciativa Labor Positiva para América Latina en conjunto con ONUSIDA, y busca comprometer a las empresas a generar ámbitos laborales libres de estigmas.
“Buscamos generar una herramienta que permita mejorar la realidad laboral de las personas con VIH. A partir del trabajo que venimos haciendo desde Fundación junto a las empresas, pensamosjuntos diversas estrategias acordes a la necesidad de cada organización”, explica Leandro Cahn, Director Ejecutivo de Fundación Huésped.
Para que las personas que viven con VIH puedan trabajar en entornos laborales libres de estigma y discriminación, el primer paso es lograr que más empresas y organizaciones puedan crear esos entornos.
El proceso para participar de esta iniciativa consiste de tres pasos. En primer lugar, la empresa debe firmar una declaración de compromiso con la no discriminación y la mayor empleabilidad de las personas con VIH. A continuación, los colaboradores y las colaboradoras podrán acceder a un curso de sensibilización sobre VIH, estigma y discriminación. Finalmente, se involucra a las empresas a que sean parte de las campañas y las difundan a través de sus canales digitales.
Labor Positiva es una iniciativa global conjunta de IBM y SAP, y en cada región del mundo la desarrollan junto con ONGs locales.
Este ‘paquete de inicio’ es igual a todas las empresas y está destinado a toda la organización. “La idea es que puedan acceder la mayor cantidad de personas, pero eso lo decide cada compañía. Y funciona como disparador para empezar a delinear políticas y campañas de prevención que vamos desarrollando juntos”, precisa Cahn.
La herramienta es gratuita, no existe ningún requerimiento económico, pero es fundamental destinar tiempo protegido para que los colaboradores puedan acceder dentro del ámbito laboral, y así la iniciativa tener el éxito esperado. Respecto a la sensibilización y las campañas, el presupuesto a destinar dependerá de lo que cada empresa decida implementar.
“Los límites los pone la compañía. Algunas trabajan con sus cadenas de valor, con la familia de los empleados, o realizan actividades permanentes sobre el tema. Al empezar a trabajar, las temáticas asociadas aparecen enseguida (violencia de género, diversidad, ESI). Y se va pensando en conjunto en función de la demanda de las organizaciones. Tratamos de no ir con un libreto escrito, ya que sabemos que las mismas estrategias no funcionan para todas”, describe.
En el ámbito laboral, la discriminación está directamente relacionada con la desinformación. Por un lado, la idea errónea de que una persona con VIH tendrá un menor desempeño o un mayor ausentismo, y que esto elevará los costos de la empresa por las licencias relacionadas al tratamiento médico. Por el otro, aunque parezca mentira, el mito de si es riesgoso o no compartir los espacios o elementos de trabajo.
En Argentina, una problemática que persiste, y que se busca cambiar a través de unproyecto de ley, que acaba de recibir media sanción de diputados, es la realización del test de VIH en el preocupacional. A pesar de la prohibición vigente de despedir o no contratar a una persona por tener VIH, muchas empresas solicitan este test incluso sin el consentimiento del postulante.
Sin embargo, la discriminación no solo se manifiesta en los procesos de selección. En algunos casos, cuando la persona ya ingresó, su diagnóstico es revelado sin su consentimiento al resto de su equipo, lo que vulnera su derecho a la confidencialidad.
En comparación con otros países de la región, nuestro Argentina tiene una sociedad en general abierta e inclusiva. En un contexto en el que hablar de identidad de género, diversidad e igualdad es una demanda y necesidad, tener que hacer hincapié en la no discriminación por cuestiones de salud no tiene lógica.
“Coexisten una visión de que es un tema que ya fue, porque hay tratamiento, junto el prejuicio de que a la empresa le va a costar más dinero. El motivo porque el que trabajamos con organizaciones es porque pasamos en las empresas tanto tiempo como en nuestras casas, son ámbitos de sociabilización y tienen que ser parte de la respuesta al VIH y otras temáticas vinculadas”, indica.
Una ley contra la discriminación
Un plenario de comisiones de Acción Social y Salud de la Cámara de Diputados firmó este martes un dictamen sobre el proyecto que busca reemplazar la antigua Ley Nacional del Sida (23.798) sancionada en 1990, y garantiza el acceso universal y gratuito al tratamiento de VIH, hepatitis virales, tuberculosis e infecciones de transmisión sexual (ITS), así como contención e información para derribar los prejuicios y la discriminación.
El proyecto establece, entre otros puntos, la creación de un Observatorio Nacional sobre Estigma y Discriminación, con el fin de visibilizar, documentar y erradicar las vulneraciones a los derechos de las personas afectadas.
Propone, además, que toda prueba para detectar esas patologías deberá ser voluntaria, gratuita, confidencial y universal, a la vez que promueve la creación de un régimen de jubilación especial, así como una pensión no contributiva de carácter vitalicio, para quienes se encuentren en situación de vulnerabilidad social.
En ese mismo documento se promueve la capacitación, la investigación, la difusión de campañas masivas y la conformación de una Comisión Nacional integrada de forma interministerial e intersectorial por representantes de los organismos estatales, sociedades científicas y organizaciones de la sociedad civil con trabajo en estas patologías; y un Observatorio Nacional sobre Estigma y Discriminación.
La iniciativa se podría aprobar la semana próxima con amplio apoyo político en una sesión especial donde se abordarán un conjunto de iniciativas que tienen consenso de la mayoría de los bloques parlamentarios.
Una problemática mundial
En el trabajo, las prácticas discriminatorias por parte de la empresa, compañeros de trabajo, clientes y consumidores exacerban aún más sus dificultades para encontrar o mantener un trabajo. Como consecuencia, las personas con VIH a menudo se ven obligados a trabajar en la economía informal.
Los principales hallazgos de la “Encuesta global de la OIT sobre discriminación por el VIH en el mundo del trabajo” son:
- Aproximadamente 4 de cada 10 encuestados dicen que las personas con VIH no deberían poder trabajar directamente con otras personas que no tienen VIH. Algo más de la mitad de los encuestados (50,5 %) dice que las personas con VIH deberían poder trabajar sin problema.
- En general, las regiones con el porcentaje más alto de encuestados que están de acuerdo (Europa, Asia central, África sur, central y meridional, América Latina y el Caribe, y América del Norte) son las mismas en las que es más probable que los encuestados conozcan a una persona con VIH. Esto sugiere un vínculo importante entre el conocimiento personal y las actitudes positivas.
- El nivel educativo es uno de los predictores más poderosos de las actitudes positivas hacia las personas con VIH. En general, el 68,0 % de las personas con educación terciaria están de acuerdo, en comparación con el 55,4 % de las personas con educación secundaria y el 39,9 % de las que tienen educación primaria.
- Las personas que comprenden mejor cómo se transmite el VIH generalmente tienen más probabilidades de estar de acuerdo.
- El conocimiento sobre la transmisión del VIH es más inexacto cuando se trata de besar y compartir un baño y más preciso a la hora de compartir agujas y sexo sin protección.
- El conocimiento sobre las vías de transmisión varía considerablemente según la región. En África oriental y meridional, el 51 % de los encuestados respondió correctamente; en Oriente Medio y África del Norte, la cifra fue del 24,2 %; mientras que en Asia y el Pacífico, el 16 %.
- La mayoría de los encuestados (59,6 %) expresó su apoyo a las pruebas de VIH obligatorias para trabajar. Sin embargo, un mayor conocimiento de cómo se transmite el VIH se asocia con un menor apoyo para las pruebas obligatorias.
El informe insta a los Estados a trabajar en conjunto con las empresas para erradicar la discriminación laboral y mejorar la inclusión de las personas con VIH.“Abordar estos desafíos es fundamental para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y las metas en 2030, inclusive el de lograr terminar con la epidemia del VIH”,concluye Cahn.