Por Mauricio Saldivar
En las últimas semanas, hemos experimentado las temperaturas más cálidas de nuestra vida, y estas olas de calor ocurren en periodos que son cada vez más prolongados. Globalmente, los días de calor son cada vez más calurosos y frecuentes, mientras que los días fríos ocurren cada vez con menor frecuencia. Estos eventos, se pueden convertir en la “nueva normalidad” a menos que se frenen de manera drástica las emisiones de gases de efecto invernadero, para evitar que las temperaturas sigan subiendo en el futuro.
El sector turístico es muy vulnerable al cambio climático. Al mismo tiempo, el turismo contribuye a la emisión de gases de efecto invernadero (GEI), causantes del calentamiento global. Acelerar la acción climática en el turismo es, por tanto, de suma importancia para la resiliencia del sector.
El turismo contribuye con alrededor del 8% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, y moviliza miles, millones de visitantes a lugares donde deterioran aún más el ambiente natural, ya sea por la degradación propia por la actividad de la multitud o por el desarrollo excesivo. Por otro lado, el turismo genera ingresos que benefician económicamente a esos destinos, los que de otra forma deberían enfocarse en diferentes industrias, algunas más perjudiciales en términos ambientales.
Durante la COVID-19 pudimos ver las consecuencias de una reducción del turismo: si bien las emisiones de carbono disminuyeron abruptamente, la vida salvaje floreció y muchas especies se recuperaron. Pero no todo fueron rosas, ya que -especialmente en los países en desarrollo- los ingresos relacionados con el turismo cayeron en picada, generando en muchos casos que las familias que dependían del turismo como sustento, en su lucha por llevar un plato de comida a su hogar, se dedicaran a la casa furtiva o a la tala ilegal.
La crisis climática afectará las economías nacionales
Una forma cabal de conocer el impacto del Cambio Climático en la industria turística es analizando qué indicaron los países en las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (CDN) respecto de ella. Las CDN son los compromisos asumidos por los 197 países que forman parte de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y que deben llevar a cabo para intensificar sus acciones contra el cambio climático, ya sea para reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), conocidas como acciones de mitigación, o para adaptarse a los impactos producidos por ese fenómeno, llamadas acciones de adaptación. Las contribuciones de cada país son establecidas en función de sus circunstancias nacionales y sus respectivas capacidades.
La revisión de las CDN de agosto de 2022 identificó referencias al turismo en el 53% de las CDN (en 2019 era el 42%). De las CDN en vigor con referencias al sector turístico, el 50% identifica el turismo como un sector importante para la economía del país; el 56% se refiere al turismo como un sector vulnerable al cambio climático; el 64% menciona el turismo en relación con determinadas medidas de adaptación; y el 36% lo hace en relación con determinadas medidas de mitigación. Las referencias al turismo son más frecuentes (71%) en las CDN de los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (PEID) que en el resto de los países (48%).
La industria mundial de los viajes y el turismo, que emplea a 313 millones de personas en todo el mundo y genera cerca del 10 por ciento del producto interno bruto mundial (PIB), se ha comprometido a reducir a la mitad sus emisiones para 2035.