La confianza es uno de los pilares en los cuales se asienta el trabajo de las organizaciones sociales. De ella depende no solamente el mantenimiento de los donantes, sino también la expansión de esa base de personas que permiten llevar adelante las diferentes acciones sociales.
Las investigaciones de la iniciativa Cultura de Dar en Argentina y otras encuestas en el resto del mundo han demostrado una tendencia preocupante a que disminuya la confianza en este sector que, con anterioridad, había sido líder en confianza con respecto a otras instituciones de los países. Los estudios de Cultura de Dar indican que a fines de 2022 solamente 39% de los argentinos dicen confiar en las ONGs y ese porcentaje viene descendiendo en los últimos años.
Es fundamental superar esta situación porque la confianza está muy relacionada con la predisposición de donar dinero. Y lo que más necesitan las causas sociales es mayor financiación para soportar sus acciones.
Por eso una de las sesiones del XIV Congreso Latinoamericano de Fundraising de AEDROS el 22 de septiembre en Buenos Aires se tituló “Impulsar la Donación Fortaleciendo la Confianza”. Así, los directores de Cultura de Dar, Mary Teahan de Qendar, Gabriel Berger del Centro de Innovación Social de la Universidad de San Andrés y Constanza Cilley de VOICES! Consultancy, profundizaron sobre este tema.
Al adelantar los primeros resultados de la investigación cualitativa sobre Confianza y Donaciones entre individuos en Argentina, Cultura de Dar descubrió que las OSCs no son reconocidas espontáneamente como actores relevantes de la sociedad, no son vistas como centrales.
Una razón porque poca gente dona tendría que ver con el hecho de que la mayoría dice que “nunca nadie me pidió”, lo que sugiere que las organizaciones tendrían que ser más proactivas en su fundraising. Por otro lado las personas muestran cierta reticencia a que les pidan dinero, decidiendo preferir colaborar como voluntarios o donando bienes.
Afortunadamente, en indagación guiada, mucha gente considera que las OCSs son un actor positivo que tienen una doble misión: intervenir donde el Estado no interviene y estar cerca de las personas. Sin embargo, también hay quienes creen que lo ideal sería que no existieran, ya que significa la ausencia de necesidades por parte de la sociedad.
Otra barrera es la “ecpatía” (mecanismo para protegerse de la fatiga por compasión) de parte de la sociedad. Por el contexto crítico hay un avance de procesos mentales voluntarios de exclusión de sentimientos, actitudes, pensamientos y motivaciones inducidas por el otro como lo son el egoísmo, el escepticismo, el individualismo, la desconfianza y también el voluntarismo. Todas barreras para la confianza. Se percibe que falla la conexión emocional. Una OSC puede ser transparente, cercana y presente, pero si no hay conexión emocional no se genera el vínculo.
Cultura de Dar aportó sugerencias para las OSCs en su conjunto y para cada OSC. Sectorialmente (desde AEDROS, la Confederación de la Sociedad Civil, RACI, y otras agrupaciones), se sugiere:
- Educar acerca de la función de las OSC y su rol en la sociedad
- Promover autorregulación en el sector
- Producir rendición de cuentas por sectores de OSCs
- Crear mecanismos/sistemas de rendición de cuentas según las mejores prácticas internacionales
Y Cultura de Dar advierte que cada OSC no espere a que el sector reaccione en su conjunto, porque hay muchas cosas que cada OSC puede hacer por su cuenta para reforzar la confianza, como puede ser:
- Apertura de la información clave de desempeño y de resultados
- Uso de indicadores de gestión/resultados/impactos internacionales
- Certificar sistemas de gestión (por ejemplo, ISO 9001 a gestión de donaciones)
- Solicitación de donaciones a cargo de voluntarios a sus propias redes
- Sensibilizar y educar acerca del problema/causa abordada
La investigación demuestra que la imagen del sector está desdibujada, y provee muchos insights sobre por qué y cómo enfrentar esta situación. Desde ya que hay espacio para acciones sectoriales. Y también cada OSC es responsable de trabajar por su lado en aumentar la confianza en su organización, dando información sobre el impacto que está logrando para mejor y creando una conexión emocional con el público y – sobre todo – con los donantes.