En un hito marcado por la presentación de la gama 100% eléctrica de Renault en Argentina, la automotriz dio a conocer su séptimo Reporte de Sustentabilidad, confeccionado bajo los estándares del Global Reporting Initiative (GRI), el Sustainability Accounting Standards Board (SASB) del sector del transporte y los Principios del Pacto Global de Naciones Unidas.
Entrevistamos a Lucía Ploper, gerente de Sustentabilidad y Directora de Fundación Renault, quien nos expresó el compromiso integral de la empresa con la sostenibilidad. “En 2021, lanzamos una estrategia de desarrollo sostenible que abarca el espectro completo de ESG: Ambiente, Sociedad y Gobernanza. Esta estrategia impulsa una transformación significativa, orientándonos hacia una movilidad responsable, baja en emisiones de carbono y segura, con la mira puesta en el beneficio de las generaciones futuras”.
Avances y logros significativos
La fábrica registró un aumento del 36% en su producción, y el 90% de las ventas corresponde a vehículos de producción nacional. Este logro se apoya en una de las gamas más amplias de producción local dentro del mercado automotriz.
En el ámbito ambiental, la reducción del 25% en las emisiones de carbono en comparación con 2019 en la fábrica de Renault marca un punto relevante. Además, la empresa estableció metas ambiciosas de descarbonización a nivel global: apunta a alcanzar la neutralidad de carbono para el año 2050 a escala mundial y para el 2040 en Europa. Como parte de una meta intermedia, se busca reducir a la mitad las emisiones para el año 2025.
Compromiso con la Movilidad Eléctrica y Desarrollo Futuro
En el contexto de una transición hacia la movilidad sostenible, Renault enfoca sus esfuerzos en la reducción de emisiones provenientes de vehículos a combustión. En 2018, la empresa introdujo el primer vehículo eléctrico, la Kangoo ZE, en Argentina. Con más de 100 unidades vendidas, mayormente a municipios, empresas de energía, logística y transporte, Renault fue pionera en el impulso de esta tecnología. “Sabemos que todavía es un mercado incipiente en nuestro país por la matriz energética, la infraestructura y contexto actual, pero lo importante es que exista la oferta”, resalta Ploper.
Una de las claves de esta nueva gama de vehículos radica en la integración de materiales tanto reciclables como reciclados. En lo concerniente a las baterías, la compañía está enfocada en idear soluciones para el final del ciclo de vida de estos productos. “Tras diez años de uso, estas baterías conservan más del 66% de su capacidad inicial, perdiendo autonomía pero manteniendo su potencia, de forma similar al funcionamiento de un celular. Estas baterías, una vez retiradas de los vehículos, encuentran nuevas aplicaciones, como el almacenamiento móvil de energía para hogares alimentados por paneles solares, abriendo puertas a la reutilización y a la economía circular”, destacó Ploper.
El compromiso con la reutilización se ve reflejado en la Refactory, una fábrica emblemática de Renault en Francia. Esta instalación ha sido transformada para operar bajo los principios de la economía circular. Un área específica de la fábrica se dedica a dar una segunda vida a las baterías de vehículos eléctricos. Aunque desde Argentina aún no se llevó a cabo el envío de baterías en desuso a esta planta, Renault tiene la visión de establecer un proyecto local similar.
“Anteriormente, cuando los uniformes sufrían roturas o manchas, se enviaban al proceso de quemado en el horno cementero de Holcim para generar energía. Ahora, gracias a una nueva alianza con un proveedor, los uniformes desechados se someten a un proceso de trituración y deshilachado, que posteriormente, estos materiales regresan al proceso productivo de Renault, transformándose en paneles insonorizantes para los vehículos”, explica Ploper. De esta manera, los uniformes de los operarios, una vez descartados, regresan de manera innovadora al corazón mismo del automóvil. Aunque aún se encuentran en las primeras fases de envío de ropa para este proceso, el equipo se muestra entusiasmado con esta iniciativa.
Otro caso ejemplar de economía circular impulsado por la automotriz se encuentra en la reutilización de elementos de embalaje importados. Las piezas importadas llegan en cajas que contienen pequeñas piedritas absorbentes de humedad. Gracias a la creatividad del equipo, encontraron una solución para darles una segunda vida a estas piedritas. En colaboración con otro proveedor, se lleva a cabo un proceso de transformación que convierte estas piedritas en piedras sanitarias para gatos. Este paso inteligente no solo reduce los residuos generados por el embalaje de las piezas importadas, sino que también ofrece una solución práctica y respetuosa con el ambiente.
Desafíos:
Actualmente, el 99% de los residuos generados por Renault se reutilizan, reciclan o recuperan. Sin embargo, el desafío es aún más ambicioso: alcanzar la meta del 0% de residuos enviados a enterramiento.
Otro desafío es la ampliación de las compras a proveedores inclusivos.“Se realizó ya un trabajo muy fuerte para adaptar nuestros procesos de compras y ahora buscamos escalar estas adquisiciones de manera más regular”, señala Popler. Un ejemplo es la colaboración con Arcor, quien adquiere todos los uniformes de Argentina de la cooperativa mendocina El Arca. Esta experiencia inspiró a Renault a explorar la posibilidad de incorporar a El Arca como proveedor para los uniformes de sus 2.000 operarios. Este movimiento no solo busca asegurar suministros, sino también brindar sostenibilidad a la ONG, planteando un desafío interesante y sostenible a largo plazo para la empresa.
Leer el Reporte completo en: https://sustentabilidad.renault.com.ar/