*Por Florencia Salvi
Sin dudas en el campo de la diversidad e inclusión soplan vientos favorables a la inclusión de diversos colectivos que estaban sub representados en el ámbito empresario y emprendedor.
Pensemos en la esperanza de vida y como ha cambiado desde por ejemplo mediados del 1900. La persona promedio nacida en 1960, según datos de ONU tenía una expectativa de vida de alrededor de 52 años, hoy cada vez más personas superan los 100 años.
En 1990, el porcentaje de personas de más de 60 años en el mundo era del 9%, en 2013 era casi un 13% y en 2050 será el 25% de la población. Esto no solo es un gran cambio, sino que con lleva grandes oportunidades y desafíos.
La longevidad entendida como el fenómeno en el que la gran mayoría de la gente alcanza edades avanzadas con buena salud es un fenómeno muy reciente.
Según el World Economic Forum es una de las tendencias más relevantes del momento actual, con impactos en la economía, a nivel social y ambiental.
Quienes trabajamos por la regeneración de los campos sociales y ambientales sabemos que toda luz sobre los desafíos y su posible solución son una buena noticia y es en este sentido que podemos pensar a los Seniors, personas de +60 años como agentes de regeneración.
Los expertos en talento saben bien que la diversidad de miradas y recorridos es un ingrediente cada vez más valorado dentro de la cultura empresarial. Estamos empezando a escuchar en los Foros de Diversidad e Inclusión las potencialidades de incorporar todas las generaciones, incluidos los Seniors.
¿Por dónde comenzamos?
Para esto, tenemos que trabajar en los sesgos inconscientes. Y las compañías tienen una responsabilidad enorme en pronunciarse a favor de la integración de los +60 y en hacer el famoso “walk the talk”, en criollo, hacer lo que uno dice.
Están pasando cosas aquí y en el mundo. Inditex, el dueño de marcas como Zara, ha utilizado en una campaña grafica reciente a Angela Molina, una actriz de 67 años que ha ganado el Premio Goya de Honor, dando un paso importante contra la discriminación
por la edad conocida como edadismo.
Por otro lado, empezamos a ver como organizaciones de la sociedad civil y empresas que están a la vanguardia de los temas, ponen en agenda y en acción a los seniors.
ACDE tiene un board Senior que es consultado y escuchado por las autoridades en ejercicio. Un oráculo moderno de experiencia y sabiduría, cuya voz no solo es echada sino que tenida en cuenta para la toma de decisiones. En esta misma línea Toyota al ser una empresa de tradición Japonesa, tiene un board Senior integrado por ex CEOS que tiene un rol clave en la toma de decisiones de la empresa a nivel global.
AmCham por su parte ha incluido la diversidad intergeneracional en su estrategia Diversity, liderando la construcción de una agenda de diversidad e inclusión que incorpora a todos los
colectivos y acompaña a las empresas en incorporar buenas prácticas, detectando sesgos inconscientes y visibilizando antiguas prácticas que iban en detrimento de los +50.
Unilever y su campaña Sesentenials no solo tuvo difusión, sino que un gran éxito en la convocatoria, atrayendo numerosas personas talentosas y experimentadas con ganas de tener una vida activa, siendo integrantes que aportan y se nutren del ecosistema.
Es muy importante el acompañamiento y la capacitación en empresas, dado que son muchos los expertos en inclusión de talento que reconocen que, a la hora de diseñar un proceso de selección, aplican filtros de edad, muchas veces incitados por las propias empresas.
Tampoco se presta atención a retener a las personas con gran experiencia, por el contrario, se promueven las jubilaciones anticipadas, y no se prepara a las personas para identificar su propósito dentro o fuera de la compañía. Sin dudas esto último un gran aporte que podrían hacer las empresas.
Yendo al mundo Universitario, cada vez es más habitual escuchar hablar sobre educación a lo largo de la vida. Lo cual no sólo es una buena noticia sino habla de una demanda clara de la sociedad. Pensemos que si tenemos la suerte de que la salud nos acompañe, podremos seguir estudiando y trabajando con modalidades que se adapten a los diversos momentos de la vida.
Los seniors, las personas +60, son miembros activos y juegan un rol importantísimo en nuestra sociedad. Propongo revalorizar la sabiduría y experiencia de estas personas e incluirlas como parte de los cambios profundos que necesitamos como humanidad. Una humanidad que ponga en el centro la salud de las personas y ecosistemas, permitiendo reparar el daño que hemos causado al planeta y logrando una integración social, sin que nadie quede afuera.
*Es Especialista en innovación social y sustentabilidad.