Según Informe de Irena 2024, las energías renovables establecieron un nuevo récord en cuanto a su despliegue dentro del sector energético. Esto sucedió porque durante 2023 se añadieron 473 nuevos gigavatios, lo que permitió al mundo alcanzar una capacidad total de 3.870 GW.
Esto implica que más de 855 de las adiciones en cuanto a capacidad de producción, provenían del sector de las energías renovables, principalmente de la energía eólica, la energía solar y la energía hidroeléctrica.
Ante esta realidad, dicho informe infiere que el objetivo de triplicar en 6 años, es decir, para 2023 la capacidad productiva basada en energías renovables a nivel global, no es una meta realista. Esto se explica porque el crecimiento experimentado fue desigual y muy variable entre las naciones.
Energía solar puntera
Según el informe, en 2023 la energía solar se destacó sobre las demás, representando el 73% del crecimiento del sector renovable. La fotovoltaica sumó 345,5 GW, pero la solar de concentración solo experimentó 0,3 GW. Del total de la expansión de la solar, China aportó 216,9 GW.
La energía eólica ocupa el segundo puesto en cuanto a participación del crecimiento del sector de las energías renovables en 2023, con un 24%. Su ritmo de crecimiento se situó en el 13%, alcanzando una capacidad total de 1.017 GW, con EEUU y China encabezando el dominio de este tipo de energía.
La energía hidroeléctrica renovable (sin contar con el aporte de la hidráulica de bombeo) también aumentó, pero lo hizo a un ritmo menor que años anteriores, situándose a final del 2023 en los 1.270 GW, según datos proporcionados por el informe de Irena 2024.
¿Dónde creció más?
El total global del aumento de potencia de energías renovables que se situó en los 473 GW tiene como protagonistas a los países asiáticos. El 69 % de aporte, es decir, los 326 GW provinieron de naciones pertenecientes al citado continente. Con un liderazgo indiscutible de China, cuyo crecimiento se disparó hasta los 297,6 GW, lo que implica un aumento del 63%.
La brecha entre regiones es más que evidente. El crecimiento asiático es excepcional, mientras que otras regiones apenas aportaron capacidad, como es el caso de África, cuyo aumento apenas alcanzó el 4,6%, situando su capacidad total en los 62 GW.
Y si bien es evidente que China continúa apostando por la quema de combustibles fósiles para generar energía, como es el caso del carbón o el gas. Su desarrollo en energías renovables fue el principal impulsor del crecimiento del sector a nivel mundial durante el año pasado.
Por otro lado, las nuevas políticas de la Unión Europea fueron impulsoras del despliegue de las renovables, pero las cifras evidencian que hay que hacer un esfuerzo mayor en vistas a descarbonizar eficazmente la producción de energía eléctrica.
El informe de Irena 2024 plantea que, dentro de su Perspectiva de Transiciones Energéticas Mundiales Escenario de 1,5 °C solo se podría alcanzar si se diera la conjunción de varios factores, como una inversión masiva en energías renovables, una fuerte financiación verde y la colaboración a nivel mundial para que la transición energética pase a ser la prioridad de la mayoría de los países del mundo.
Según las conclusiones y recomendaciones, la única manera de que se triplique en los próximos 6 años la capacidad mundial en cuanto a producción de electricidad de fuentes de energías renovables es un cambio radical y positivo en las políticas, un crecimiento real de las habilidades y el fortalecimiento eficiente de las instituciones.