El Informe Mundial sobre la Brecha de Género 2024 del Foro Económico Mundial muestra que el progreso de las mujeres se ha desacelerado en general, pero las tasas de empleo han aumentado.
El avance de la mujer en el trabajo es bueno para todos. Cerrar las brechas de género en ámbitos como el empleo y la iniciativa empresarial podría aumentar el producto bruto interno mundial en un 20%, calcula el Banco Mundial.
Y aunque queda camino por recorrer -al ritmo actual, podrían necesitarse cinco generaciones o 134 años para alcanzar la paridad de género en todo el mundo, según el Informe Mundial sobre la Brecha de Género 2024 del Foro Económico Mundial-, hay indicios de recuperación pospandémica en las economías y los mercados laborales.
La participación de la mujer en la población activa en los 101 países analizados por el informe en los últimos 18 años ha superado los niveles de 2023: del 63,5% al 65,7%. La brecha general en Participación y Oportunidades Económicas se ha reducido en 17 años desde la edición del año pasado, aunque sigue siendo la segunda brecha más grande que hay que cerrar y existen grandes variaciones entre países. La puntuación más baja registrada en este subíndice es del 31,1% (Bangladesh), mientras que la más alta es del 87,4% (Liberia).
Las mujeres representan el 42% de la mano de obra mundial y el 31,7% de los altos cargos, por detrás de los hombres en casi todas las industrias y economías. Aunque las mujeres ocupan el 50% de los puestos de nivel inicial, siguen sin tener acceso a la alta dirección, con sólo el 25% de los puestos directivos.
“Con el mercado laboral mundial enfriándose tras el frenesí de contrataciones de 2020 y 2021, son las mujeres profesionales las que salen perdiendo“, declara Sue Duke, Jefa del Equipo Global de Políticas Públicas y Gráficos Económicos de LinkedIn.
“Esta desaceleración se produce durante un período de transformación de la fuerza de trabajo. La inteligencia artificial generativa (GenAI) está revolucionando la forma en que trabajamos, con tres de cada cuatro personas en roles de escritorio que ahora la utilizan en sus trabajos.”
Pero Duke cree que el impacto de las nuevas tecnologías podría jugar a favor de las mujeres. Según datos recientes, las mujeres tienen un 28% más de habilidades sociales esenciales para los trabajos del futuro, como el liderazgo estratégico y la colaboración. Si a esto le sumamos el creciente número de mujeres con talento para la IA, “la llegada de la GenAI representa una oportunidad para ayudar a cerrar la brecha de género”, afirma.
La proporción de mujeres en puestos directivos es una especie de indicador de la paridad en el empleo en general, según sugiere el Informe, y los datos de LinkedIn muestran que, en condiciones macroeconómicas cada vez peores, hay menos mujeres en puestos directivos.
Las mujeres están logrando importantes avances en el talento de IA, a medida que la tecnología se vuelve cada vez más vital para la transformación empresarial. Las mujeres siguen estando poco representadas en comparación con los hombres en la industria, pero la participación femenina en sectores como Tecnología, Información y Medios de Comunicación va en aumento.
La capacitación es vital para todos, pero el informe señala que “las diferencias de género en los perfiles de capacitación… sesgan la forma en que hombres y mujeres participan en la transición tecnológica y las posibilidades que tienen en el futuro del trabajo”.
Los datos de Coursera muestran paridad de género en los cursos online de colaboración, liderazgo, enseñanza, tutoría, empatía e influencia social. Sin embargo, sigue siendo baja en IA y big data (30%), programación (31%) y redes y ciberseguridad (31%), lo que dificulta el cierre de brechas en la fuerza laboral.