(*) Por Gustavo Castagnino
En la era actual, marcada por la urgencia climática y la necesidad imperiosa de reducir nuestras emisiones de carbono, la energía renovable se erige como la piedra angular de nuestra transición hacia un futuro sostenible. Este cambio no es solo una opción, sino una obligación moral y práctica si deseamos preservar el planeta para las generaciones venideras.
Argentina, beneficiada por la abundancia de recursos naturales, ocupa una posición privilegiada en este proceso de transformación energética.
El cambio hacia una economía más verde, que reconfigure los fundamentos sobre los cuales se ha construido hasta ahora, impulsa al sector privado hacia programas de sustentabilidad y responsabilidad social de largo alcance, generando impactos positivos en el ambiente y la sociedad.
Se observa un creciente reconocimiento de la importancia estratégica de la energía para nuestro desarrollo, lo cual ha motivado un compromiso unánime de todos los actores hacia una agenda de transición energética. Simultáneamente, el sector energético debe aspirar a condiciones más virtuosas para cumplir con los objetivos de descarbonización, tanto a nivel corporativo como nacional. Además, es crucial mantener un diálogo constante con funcionarios del gobierno a todos los niveles —nacional, provincial y municipal— para promover la construcción de infraestructura necesaria.
Para avanzar de manera efectiva, es esencial una planificación energética integral que facilite una transición ordenada. En una industria como la nuestra, donde los planes de inversión se extienden a largo plazo, se requiere un marco regulatorio estable que asegure el respeto a los contratos y garantice la estabilidad fiscal.
En Genneia, reafirmamos nuestro liderazgo en energías renovables en Argentina, superando los 1.004 MW de capacidad instalada, un hito sin precedentes en nuestro país. Esto representa el 19% de la potencia total instalada, con un 21% proveniente de energía eólica y un 12% de energía solar, subrayando nuestro compromiso continuo con el medio ambiente.
Nuestros objetivos se centran en sostener firmemente nuestro liderazgo en energías renovables, a través de un modelo de gestión de triple impacto, basado en la transparencia, la integridad y la mejora continua, identificación, reducción y compensación de emisiones; continuar reforzando la construcción de valor para nuestras comunidades y desarrollar nuestra cadena de valor, bajo criterios de inclusión local, ambiental y social.
Comprometidos con la transición energética, continuamos apostando por la sostenibilidad mediante inversiones en desarrollo y construcción de proyectos. Apoyamos activamente los planes de expansión del sistema de transporte liderados por el Estado Nacional, para integrar más energías renovables en la matriz energética.
Esta estrategia integral no solo facilitará el futuro de la energía renovable en Argentina, sino que también reforzará nuestro compromiso con un desarrollo sustentable y resiliente frente a los desafíos climáticos globales.
(*) Es Director de Asuntos Corporativos, Regulatorios y Sustentabilidad – ESG de Genneia.
