A partir de un recorrido por la planta que Grupo Andreani tiene en Benavidez, Visión Sustentable conoció en detalle el recorrido que realizan las distintas dosis de las vacunas contra el COVID 19. Hoy la compañía lidera el mercado farmacéutico con una capacidad para distribuir 400 millones de medicamentos por año.
Cuando uno ingresa en la planta de Andreani, ni el más mínimo detalle queda librado al azar. Ya en 2009,a causa de la gripe A, todas las partidas del Tamiflú del laboratorio Roche que circulaban por el país pasaron por su división especializada en medicamentos. Así, cuando en diciembre de 2020 arribó el primer cargamento de Sputnik a nuestro país, el Ministerio de Salud de la Nación designó a Andreani como operador logístico oficial para la recepción, almacenamiento y distribución de las vacunas hacia todo el país. La compañía lidera el mercado farmacéutico con una capacidad para distribuir 400 millones de medicamentos por año en todos sus rangos de temperatura y hacia sus distintos canales.
Con tecnología de última generación, esta planta funciona como una extensión de una planta productiva farmacéutica con el “concepto de embajada”, cada laboratorio cuenta con una oficina con farmacéuticos especializados en logística dentro de la planta.
¿Cómo es el trayecto que realizan las vacunas?
Todo comienza cuando llegan los aviones con las vacunas al Aeropuerto de Ezeiza. Allí, los camiones refrigerados retiran el cargamento y lo trasladan a la planta de Benavidez, en el caso de AstraZeneca y Sinopharm. Como Sptunik tiene una calibración de temperatura menor,es derivado a la planta de Malvinas Argentinas.“El cargamento que se distribuye en las provincias no se traslada en camiones refrigerados, sino normales, con las cajas conservadoras a la temperatura adecuada para cada vacuna. Eso es lo que garantiza el frío”, explica Lucas Capuano, director comercial Segmento Salud de Grupo Logístico Andreani.
En todo el proceso, se utilizan módulos automáticos de almacenamiento y picking que aseguran la conservación de 2°C a 8°C y en temperaturas por debajo de los 0°C. La nave de 5000 m2 está totalmente climatizada (2 a 8°C y 15 a 25°C), con la implementación de cielo raso que aumenta la estabilidad térmica de todas las áreas y con una capacidad para almacenar 3.700 pallets.
Pruebas de campo
Para verificar la correcta trazabilidad de las vacunas, se realizan ensayos donde se expone la caja con un placebo a una condición normal de distribución. Se colocan en el interior dataloggers que miden la temperatura y se realizan varias pruebas para asegurar el buen funcionamiento. Una vez finalizado el chequeo, la información se comparte con el Ministerio de Salud.
En el negocio de las vacunas, Andreani también trabaja junto al laboratorio Richmond que está produciendo la Sputnik en Argentina. “Desde el lugar donde elaboran la vacuna, colocan en nuestras cajas conservadoras el producto terminado y congelado, y nosotros lo trasladamos a nuestra planta de Malvinas Argentinas enlas cajas que tienen la condición de estar por debajo de los – 18 º. Una vez enla planta, las descargamos y quedan almacenadas en nuestra cámara. Hoy contamos con 500 mil vacunas de Sputnik 1er componente de Richmond, que están a la espera de su liberación”,enfatiza Capuano y aclara:“Para que esas vacunas estén en condiciones de ser distribuidas en nuestro país, la decisión depende del laboratorio Richmond y Rusia, no de Argentina”.
Tecnología de vanguardia
Como el proceso entre que las vacunas entran y salen dura poco tiempo, éstas no llegan a almacenarse en posiciones, sino que se redactan actas de recepción que se ponen a disposición de la entidad sanitaria (ANMAT).“Ellos reciben, controlan temperaturas, lotes, cantidades y cuando está ok liberan las dosis, las preparamos en las conservadoras para luego comenzar con el proceso de distribución a todo el país”, remarca Capuano.
En su etapa de distribución, las cajas conservadoras se transportan a los 35 puntos de cabecera en 24 provincias, según las directivas que reciben desde el Ministerio de Salud, y una vez que la ANMAT de su aprobación.
En 2020, la compañía invirtió $ 1.145 millones, sumó más de 1.000 colaboradores y colaboradoras en todo el país. Asimismo, para los próximos meses proyecta una inversión de 60 millones de dólares para renovar las plantas, crear nuevas sucursales y apuntalar el proceso de innovación tecnológica.
Durante el año pasado, la compañía de capitales argentinos en concordancia con su estrategia de innovación, inauguró 5 Almacenes Automáticos Verticales (o VLM, por sus siglas en inglés Vertical Lift Module) en las plantas de Benavídez y Malvinas Argentinas, que lo convirtió en pionero en la incorporación de esta tecnología para la gestión logística del segmento salud en la Argentina.
Los VLM trabajan de forma automatizada: cuando llegan las órdenes de pedidos, éstos bajan en bandejas automáticas y con una luz laser sobre el producto se le indica al operario cuál es el producto seleccionado, lo coloca en la conservadora y lo despacha. Todo el picking en lugar de tenerlo en posiciones tradicionales está concentrado en esa máquina automatizada.
De esta manera, cada operativo logístico está adaptado a los rangos térmicos que cada tipo de vacuna necesita, con tecnología especialmente desarrollada por su equipo de TI para poner a disposición del Estado Nacional la información en tiempo real de todo lo que se recibe, prepara, expide y entrega.
Con foco en la gestión delas emisiones de los vehículos y en la medición de huella de carbono, eficiencia energética y gestión de residuos, Andreani desarrolló un modelo de medición de la huella de carbono y un inventario corporativo de emisiones para que tanto la empresa como sus clientes cuenten con información sobre sus emisiones.