Estamos cada vez más cerca del Mundial Qatar 2022, el evento que el mundo entero va a estar mirando. Hace un par de semanas nos enteramos de que las personas que muestren banderas del Orgullo durante el Mundial tendrán entre 7 y 11 años de prisión. Ese mismo país castiga con prisión de hasta siete años a cualquier varón que “copulare con un hombre mayor de 16 años”. Y tener relaciones sexuales fuera del matrimonio puede castigarse con la muerte. Ahora: el casamiento entre personas del mismo género no está permitido, así que las relaciones sexuales homosexuales siempre serán extraconyugales.
Por segundo año consecutivo, el Mundial se realiza en un país que vulnera los derechos humanos de las personas LGBTQ+. Las marcas que sponsorean y, al mismo tiempo, promueven una agenda interna de Diversidad Sexual ¿qué dicen sobre esto? ¿En qué lugar se paran para hackear la homofobia expresa de la FIFA, el futbol y el país sede?
Desde Nodos trabajamos en varias organizaciones para que las personas LGBTIQ+ no sufran acoso o discriminación por ser quienes son. Y, por 28 días, quienes somos parte de este colectivo vamos a ser testigos de cómo un deporte es más importante que la dignidad, los derechos humanos y la vida de millones de personas.
Pero si, inclusive, salimos de la agenda de diversidad, hay otro dato que no puede pasar desapercibido: 6 mil 500 trabajadores inmigrantes murieron en la construcción de los estadios de Qatar. Es decir, por cada partido que se juegue en el Mundial de 2022 habrán muerto 62 trabajadores.)
Entonces, la pelota ya está manchada. ¿Hacemos como que no lo vemos o empezamos a limpiarla?