En un gran avance hacia la sostenibilidad, Mastellone anunció un plan de Packaging Sustentable 2030 que tiene como objetivo transformar por completo la composición de sus envases, haciéndolos 100% reciclables, reutilizables o compostables para el 2030.
La compañía láctea busca abordar la problemática global por los desechos plásticos mediante la reducción del consumo de plástico virgen y la promoción de materiales reciclados y renovables.
“Reconocemos que lo que no se mide no puede mejorarse, por lo tanto, comenzamos por establecer mediciones precisas. Esto abarca desde conocer nuestro propio consumo hasta comprender qué materiales de envase son reciclables y cuáles no, así como cuáles realmente se reciclan”, explica Gastón Domínguez, Jefe de Desarrollo de Packaging en Mastellone Hnos.
Para lograr esta meta, distintas áreas de la compañía colaboraron en la creación de una guía de ecodiseño que establece criterios uniformes para medir el impacto de cada envase en toda la cadena de valor. Esta guía permitirá una evaluación objetiva de la ecoeficiencia de los diferentes envases y servirá como base para la implementación de proyectos específicos.
En este sentido, la empresa lanzó recientemente los envases EDGE para leches larga vida, fabricado en un 88% con materiales de origen renovable, aumentando considerablemente este aspecto respecto al envase anterior. A pesar de que los mismos combinan cartón, plástico y aluminio, el cartón es considerado de origen renovable, ya que la naturaleza puede regenerarlo. Sin embargo, el plástico y el aluminio no. En el caso del envase EDGE, el plástico proviene de la caña de azúcar, reemplazando por completo el plástico original.
Así, el compromiso de la empresa con el reciclaje es claro: un 96% de sus envases son potencialmente reciclables. Aunque el porcentaje no reciclable parece pequeño (4%), este es el aspecto más complejo de abordar, según explica Dominguez. Además de la reciclabilidad, la composición de los envases es un foco de atención, es por eso que la compañía trabaja en diferentes iniciativas para incorporar entre un 20% y un 30% de contenido reciclado en sus envases, aspirando que para 2050, la mitad de los materiales utilizados sean reciclados.
Otro de los objetivos trazados es disminuir en un 30% la cantidad de plástico virgen empleado. Para lograrlo, están implementando dos estrategias: la sustitución por material reciclado y la reducción general en el uso de plástico. “En el caso del plástico, el desafío radica en que la disponibilidad limitada de material reciclado conlleva un mayor costo. Además, ciertos plásticos reciclados no pueden utilizarse en contacto con alimentos, lo que dificulta aún más la implementación de la economía circular en estos casos”, admite Dominguez.
En relación a los papeles y cartones utilizados, la Mastellone estableció el objetivo de que provengan en su totalidad de fuentes sustentables. En el mercado actual, existe una combinación de cartones reciclados y cartones vírgenes. Para el 2030, aspiran a que el 80% de los mismos sean reciclados y el 20% restante sea virgen. Según explica Dominguez, es fundamental que este 100% provenga de fuentes sostenibles: certificados en el caso de los vírgenes y reciclados,el resto. Este objetivo presenta un desafío, ya que no todos los papeles vírgenes cuentan con certificaciones.
Concientizar a la cadena de valor
Al conocer en profundidad la cadena de valor, desde la compañía pudieron identificar tanto las barreras como las oportunidades. Por un lado, los proveedores multinacionales muestran un compromiso con la sostenibilidad, por eso al solicitarles información sobre la huella de carbono de sus envases el resultado es una respuesta rápida, lo que resalta su disposición para medir y mejorar su impacto. Por otro lado, las PyMEs proveedoras reciben respaldo y orientación en materia por parte de Mastellone. Se les brinda asesoramiento especializado, permitiéndoles crecer y trazar su propio camino hacia la sustentabilidad.
Existe una preocupación común sobre la percepción que el plástico tiene en la mente del consumidor. “Si bien somos responsables de los residuos que generamos como propietarios de una marca, reconocemos que el desafío no es exclusivo de nosotros, sino que debe ser abordado por toda la cadena de valor”, resalta Dominguez.
En septiembre de este año, la alimenticia presentará una versión más liviana de su botella en comparación con la original. Mientras que la original contenía 31 grs. de plástico, esta nueva versión tendrá únicamente 29 grs. Aunque pueda parecer un cambio pequeño, su impacto es significativo. “En los mercados más avanzados, observamos que los consumidores tienen una creciente preferencia por las marcas que ofrecen productos más sustentables. Esta tendencia se refleja en los indicadores y nos impulsa a seguir innovando en esta dirección”, concluyó.