¿El marketing contamina? La respuesta es sí, y su huella de carbono en la publicidad y las decisiones corporativas de varias empresas también refleja la postura de cientos de tomadores de decisiones que tienen que cambiar el curso de sus acciones y negocios para evitar problemas de reputación.
Hoy la sostenibilidad y las acciones a favor del ambiente son de los principales pilares para tomar una decisión importante dentro de una compra de un producto o servicio, según Martina Dapena Garay, Regional Leader Southern Cone en another.
Según la consultora First Insight, el 62% de los consumidores millennials y de la generación Z prefieren productos y tiendas con prácticas sostenibles, lo que afecta significativamente sus decisiones de compra y las expectativas sobre las empresas. Estos consumidores buscan activamente negocios con responsabilidad ambiental y muestran un comportamiento creciente hacia la transparencia corporativa, verificando prácticas y etiquetados ecológicos.
Un informe de McKinsey revela que el 84% de los consumidores considera la sostenibilidad un factor crucial en sus decisiones de compra, aunque el 50% duda en pagar más por productos sostenibles en tiempos de inflación. A pesar de esta incertidumbre, los productos con afirmaciones de sostenibilidad están creciendo más rápido que aquellos sin ellas, presentando un desafío para las empresas. Estas deben encontrar un equilibrio entre la sostenibilidad y precios competitivos, especialmente en un contexto inflacionario, para satisfacer las demandas de los consumidores sin comprometer la asequibilidad de sus productos.
Dapena Garay, señala que los anteriores datos muestran la importancia de conocer las opiniones de diversos grupos, quienes han expresado su interés por mantener un planeta más limpio y sostenible.
“Las nuevas generaciones realmente están interesadas en crear espacios, y obtener productos y servicios sinceramente comprometidos con la causa, de lo contrario, rechazan inmediatamente a personas que solo se suben al discurso de manera ocasional”, dijo Martina Dapena Garay.
|
Es por ello que el eco marketing y el green marketing son tan importantes para directivos, empresas, marcas y profesionales de la comunicación. Ambos buscan reducir los efectos perjudiciales para el entorno ambiental y generar una mayor lealtad entre los consumidores conscientes del medio ambiente.
Según reportes recientes, el tamaño global del mercado de Green Marketing fue valorado en 51.068,05 millones dólares en 2022 y se espera que se expanda a una tasa compuesta anual de 3,59% durante el período de pronóstico, alcanzando los 63.085,83 millones dólares para 2028.
Riesgo del Green Washing
A pesar de las buenas intenciones, es crucial que las empresas genuinamente se comprometan con el medio ambiente para evitar el green washing, que se refiere a la práctica de hacer afirmaciones falsas o exageradas sobre la sostenibilidad ambiental de una empresa o simplemente subirse a fechas de temas medioambientales cuando en el fondo no se tienen prácticas sustentables. Dapena Garay subrayó que esto además de ser ética y moralmente cuestionable, también puede tener efectos devastadores en la reputación de una marca. Los consumidores, cada vez más informados y exigentes, pueden identificar fácilmente la falta de autenticidad e ignorar a las empresas que los engañan con mensajes falsos sobre sostenibilidad.
Para evitar caer en el green washing, la experta recomienda a las empresas garantizar que sus iniciativas de marketing verde sean auténticas y respaldadas por acciones reales: transparencia en las comunicaciones, obtención de certificaciones legítimas y la implementación de políticas internas que reflejen un verdadero compromiso con la sostenibilidad. En definitiva, el eco y green marketing deben ser una estrategia comercial, y un reflejo genuino de los valores fundamentales de la empresa.