Por Marizú Olivera Orqueda
Empresas y ONGs están trabajando juntas para cerrar brechas de género y promover la inclusión laboral, pero ¿hasta qué punto estos esfuerzos son genuinos? Desde políticas de diversidad hasta programas de reinserción, líderes del sector social advierten sobre los desafíos y aprendizajes en este camino hacia un cambio real.
El sector privado está avanzando en el diseño e implementación de políticas orientadas a cerrar las brechas de género y asegurar una mayor diversidad en sus equipos. Estas iniciativas abarcan desde la creación de Comités de Diversidad y redes de apoyo internas, hasta la puesta en marcha de protocolos, programas de mentoría y la inclusión de grupos subrepresentados.
La articulación entre el sector social y el privado es una pieza clave para impulsar la equidad de género y la diversidad en el mercado laboral argentino. La creación de políticas inclusivano solo es una cuestión de justicia social, sino también una estrategia de competitividad y crecimiento.
Al respecto desde La Casa del Encuentro, su presidenta Ada Rico, también miembro del Observatorio de Feminicidios en Argentina, destaca la magnitud que logra el trabajo que se realiza mediante una compañía debido al “alcance que tiene una red empresarial ya que
el trabajo de concientización, capacitación y creación de protocolos sobre igualdad de derechos, oportunidades y trato para todas las personas, no solo abarca a sus empleados”.
Rico comenta y destaca el vertiginoso crecimiento que tuvo en los últimos años la adhesión por parte de las empresas la implementación de Protocolos “que facilitan el diálogo y la comunicación de los hechos de violencia en el ámbito laboral y familiar”.
La referente remarca la especificidad que requiere el armado de cada protocolo ya que se relaciona directamente con la idiosincrasia de la empresa y el entorno. Rico también subraya el avance vertiginoso que experimentó “el cambio en la mirada de los directivos y directivas empresariales a la hora de solicitar asesoramiento e intervención en muchos casos”, dice.
A cerca del límite que debe respetar La Casa del Encuentro sobre la información que recibe
por parte de la trabajadora que realiza la consulta, “es un aspecto que se trabaja con mucho cuidado y nos ha costado que muchas empresas comprendan que los detalles y la información queda en total reserva”, remarca Rico y agrega: “el armado del protocolo se realiza entre abogados tanto nuestros como de la firma que lo solicita y en muchos casos lleva varias encuentro y debates para que el mismo contenga una verdadera mirada de género y equidad”, explica.
Empleabilidad +45
Adrián Barreto, responsable de Alianzas Corporativas en Diagonal, entidad encargada de implementar el Programa de Reinvención Laboral (PRL) que también aborda temáticas de empleabilidad, diversidad y convivencia dentro de los equipos de trabajo, define que “cuando una organización privada decide articular con una organización social, está buscando ser parte de la solución para dar respuesta justamente a una problemática. Se establece una alianza estratégica que aprovecha las fortalezas de ambos sectores y esto permite generar en sinergia un impacto social positivo”.
Al ser consultado sobre si existen límites en el vínculo establecido entre una ONG y una
compañía, Barreto destaca la importancia de “establecer ciertos límites en la colaboración para garantizar que la misión y valores de la ONG, la fundación, la asociación civil, no se vean comprometidos”, señala y agrega: “Evitar la influencia corporativa de las políticas de las ONG también es vital, así como también no caer en la dependencia económica de aportes de una sola organización o empresa”. El referente señala como importante el asegurar que las alianzas que se lleven a cabo sean de manera ética y transparente, “con trazabilidad” y que el impacto social siempre sea real. “Estas precauciones o límites van a asegurar siempre que la colaboración beneficie tanto a las empresas como a la sociedad sin comprometer los principios fundacionales de la ONG.”
Sobre la recepción de sugerencias por parte de las compañías, Barreto señala que algunas empresas son receptivas y proactivas en cuanto a la integración de sugerencias del tercer sector, mientras que otras pueden mostrar ciertas resistencias. “Depende de una combinación, a mi criterio, de factores que están relacionados con la presión social, del compromiso corporativo real que tenga esa organización y de los beneficios percibidos, tanto sea en términos económicos como de imagen y reputacionales”, asegura y comenta que las empresas más comprometidas con la responsabilidad social corporativa, la sustentabilidad y la agenda de diversidad, aquellas que operan en sectores sensibles para la opinión pública y las que tienen una relación sólida con el tercer sector, “tienden a ser más abiertas a adoptar sugerencias de manera efectiva, de tener una escucha mucho más receptiva y de integrar las recomendaciones del sector social”.
Sobre los aprendizajes y desafíos, el referente de Diagonal explica que generalmente las ONG
y las empresas a menudo “tienen expectativas diferentes sobre lo que significa el éxito en una colaboración y articulación”, y añade que “mientras que las empresas pueden centrarse en el retorno de la inversión, el ROI, las ONG se enfocan en el impacto social más a largo plazo”. Para Barreto esta falta de alineación en los objetivos “puede generar a veces frustraciones si no se establecen bien las expectativas y se acuerda que sí y que no se encuentra enmarcado por la articulación”, explica. También remarca que la diversidad de enfoques y de perspectiva entre el sector social y las empresas siempre ha permitido abordar problemas desde diferentes ángulos “y esto enriquece las soluciones a la respuesta a los
problemas”, enfatiza.
Inclusión laboral trans
Gio Perchivale, forma parte de Contrata Trans, un programa integral enfocado en brindar herramientas de sensibilización y capacitación en temas de diversidad, específicamente sobre la inclusión de personas travestis trans y no binarias en el ámbito laboral. “Hacemos un trabajo profundo para que las empresas comprendan por qué es importante la diversidad, no solo como un valor a nivel ético, sino desde una estrategia de negocios ya que en la actualidad existen por ejemplo marcos licitatorios donde resulta ser una condición la implementación de políticas de diversidad para ser competitivos”, asegura Perchivale.
El referente hace foco en la necesidad existente en que “realmente las empresas internalicen
el cambio de mirada hacia la diversidad y no solo sea una actividad de marketing o moda”, explica y agrega: “Notamos, muchas veces, que algunas empresas recurren a un acompañamiento solo porque desean tildar la casilla de diversidad, sin comprometerse genuinamente. Y ahí es donde, desde Contrata Trans, buscamos profundizar en el trabajo
propuesto, frenar y re-ver con los equipos el por qué se busca implementar la inclusión”, relata.
Por último resalta, “Nuestro rol es asegurar que las acciones que se hagan sean reales y tengan un impacto notorio en la población. Crear espacios laborales donde después no sea necesaria nuestra intervención, sino que se pueda dar continuidad a la contratación de personal LGBTI+. Sin que haya sesgos discriminatorios”, asegura.
Canalizar el acompañamiento empresarial en la inclusión social y laboral
Malena Famá, fundadora de Fundación Multipolar, una organización dedicada a ayudar a personas en situación de calle a salir adelante a través del trabajo digno, explica la gran necesidad que marca el contexto económico actual y el acercamiento que tuvieron las empresas buscando dar respuesta a lo evidente, que es el incremento de personas habitando la calle.
Famá explica que el abordaje y las propuestas de voluntariado que recibió por parte de las empresas, en muchos casos “no fue el adecuado debido a la especificidad del tema que maneja la Fundación”, y comenta el trabajo realizado desde Multipolar para canalizar de manera específica el acompañamiento del sector privado. “Nos pasa que nuestro trabajo reside en acompañar, escuchar re pensar una posible salida en cada caso que se presenta. Comienza posibilitando un lugar de aseo para luego con los días, dar espacio a acompañar al armado de un C.V.” detalla la referente. Y explica que la incorporación de las empresas en la fundación llevó un tiempo de articulación interna hasta llegar a establecer métodos donde tal acompañamiento funcionara con el fin.
“Luego de brindar muchas charlas en ámbitos empresariales y foros pudimos avanzar en que las empresas aprendieran a preguntar qué o cuál era la necesidad y re pensar juntos la manera de la participación del sector privado”, remarca Famá y cuenta que en Multipolar muchas veces se necesita más que un voluntario, un profesional preparado para escuchar la dura problemática que presentan las personas que llegan. “En la actualidad las empresas participan mediante actividades donde sus empleados son parte del armado de raciones de comida, a la vez que reciben charlar de concientización sobre la problemática de personas en situación de calle. Eso nos funciona, esos nos suman y de esa manera logramos canalizar el acompañamiento que resulta tan útil y necesario para lograr el objetivo que nos planteamos”.
Multipolar ofrece a personas en situación de calle ingresar en un programa de reinserción laboral, organizado en cinco semanas de trabajo, donde se logra el armado de un C.V. para luego canalizar una búsqueda laboral. Según sus estadísticas las mujeres con carga familiar, son las primeras en desertar debido a las grades imposibilidades que marca el contexto.
El trabajo conjunto, como han demostrado diversas iniciativas, es un proceso que requiere sensibilidad y un compromiso genuino. Las empresas deben ir más allá de acciones simbólicas y adoptar una visión a largo plazo, donde la diversidad y la inclusión se integren en su cultura organizacional. La clave está en escuchar y aprender de las organizaciones sociales, asegurando que cada protocolo y cada estrategia se ajuste a la realidad de los grupos que buscan apoyar.
Es fundamental que este camino no se vea como una carga, sino como una oportunidad para innovar y crecer, creando entornos laborales que no solo sean más justos, sino también más productivos y creativos. Solo así se podrá construir un futuro laboral donde cada individuo tenga la oportunidad de brillar, sin importar su origen o identidad. En este viaje hacia la inclusión, cada paso cuenta y cada voz es necesaria.