Seguridad Inclusiva: Transformando la seguridad privada

El programa de Securion integra a personas con discapacidad en la seguridad privada.

El programa Seguridad Inclusiva de Securion integra a personas con discapacidad en la seguridad privada, promoviendo la diversidad y la inclusión laboral mediante capacitación, accesibilidad y alianzas estratégicas.

La inclusión laboral de personas con discapacidad sigue siendo un desafío en Argentina. Según el último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), solo el 32,2% de las personas con discapacidad en edad laboral tienen empleo. Frente a esta realidad, iniciativas como el programa Seguridad Inclusiva de Securion son clave para promover una sociedad más equitativa y abrir nuevas oportunidades laborales en sectores tradicionalmente menos accesibles.

Lanzado en diciembre de 2011, Seguridad Inclusiva nació como parte del compromiso de la empresa con la diversidad y la inclusión. Este programa busca integrar a personas con discapacidad en el ámbito de la seguridad privada, una industria con requisitos estrictos que hasta hace poco tiempo parecía inaccesible para este grupo.

Un modelo de inclusión integral

El éxito del programa radica en su enfoque integral. Internamente, Securion implementó políticas de accesibilidad que incluyen la adaptación de espacios físicos, el uso de tecnología y programas de capacitación para todos los empleados. “La clave está en sensibilizar a todo el equipo sobre la importancia de la inclusión y en crear un entorno donde las personas con discapacidad puedan desarrollar todo su potencial”, explica Eugenia Nicoliello, Jefe de Empleos y Talento de Securion.

seguridad-inclusiva-securionEl proceso de incorporación comienza con una colaboración estrecha entre la empresa, el cliente y el futuro empleado. Esto incluye evaluaciones de accesibilidad en el lugar de trabajo, capacitación específica y un plan de inducción personalizado. Cada nuevo guardia cuenta con un mentor que lo acompaña durante las primeras semanas, asegurando una transición exitosa a su nuevo rol.

Derribando barreras regulatorias

Un desafío inicial fue la normativa que exige un 100% de apto físico para trabajar en seguridad privada. Para superar esta barrera, Securion trabajó junto con el Ministerio de Trabajo, la Secretaría de Seguridad Privada de la Provincia de Buenos Aires, y organismos como CONADIS y COPIDIS. Este esfuerzo permitió una excepción en el marco regulatorio para la inclusión de personas con discapacidad en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires, la provincia de Buenos Aires y las áreas que dependen de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).

Desde su lanzamiento, el programa creció en alcance e impacto. Más de 100 personas con discapacidad han sido contratadas como guardias de seguridad, muchas de las cuales han desarrollado su carrera dentro de la empresa, asumiendo roles con mayor responsabilidad. Además, la compañía estableció alianzas con organizaciones especializadas en inclusión laboral para acceder a un pool de talentos diverso y garantizar las mejores prácticas en cada incorporación.

El programa también tiene un impacto positivo en las comunidades donde opera. “Cada inclusión laboral no solo beneficia al empleado, sino también a su entorno, promoviendo un cambio cultural que va más allá de nuestra organización”, destaca Nicoliello.

La inclusión como estrategia de negocio

Además de su impacto social, Securion reconoce que la inclusión es una ventaja competitiva. Incorporar personas con discapacidad diversifica el talento, mejora el servicio al cliente y fortalece la cultura organizacional. Esta iniciativa está alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 8 (Trabajo Decente y Crecimiento Económico) y 10 (Reducción de las Desigualdades).

Si bien el mercado laboral argentino avanzó hacia una mayor inclusión, aún queda mucho por hacer. Iniciativas como Seguridad Inclusiva no solo amplían las oportunidades laborales para personas con discapacidad, sino que también inspiran a otras empresas a sumarse al desafío de construir un entorno más diverso y equitativo. En palabras de Sánchez: “La inclusión no es solo un compromiso ético; es una oportunidad para crecer como organización y como sociedad”, concluye Nicoliello.

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